Pienso que uno puede madurar, pero a la vez no, porque de algún modo la vida te va enseñando y al final llega la madurez.
De alguna forma ya vamos de gane, porque al existir es cambiar, cambiar es madurar, crecer es seguir creyendo en uno mismo.
Muchas veces te vas encontrar con personas que te dicen que no has madurado, y la verdad, que les importa.
Al final es tu vida y como dicen uno sabe lo que lleva en el carrito de súper, esa gente que nada más está viendo a ver a quien friegan, pero mientras uno los ignore es mejor.
Siempre hemos pensado que la vida es como la selva: te tienes que mantener a resguardo de las fieras y de los animales más fuertes, a eso lo llamo madures a no responder como animal.