Cuando quiero, construyo una pared imaginaria para no escuchar las opiniones de los demás. Además, prefiero ignorar los problemas ajenos.
Soy de esas personas que ha negado a mis amigos la ayuda que podrían recibir solo con escucharlos; luego, cuando necesite a los demás, me encontraré solo.
Es mi falta de aceptación de la realidad lo que me lleva a estar solo, porque no logro entenderme con los demás.
Debo reconocer, aunque todos estamos tratando de construir una sociedad mejor, pero aún nos queda mucho por hacer.
El pensamiento erróneo que conduce a la división entre los seres humanos surge principalmente de la falsa idea de que estamos solos en el mundo.
¿Será cierto que no quiero ver ni oír? A veces prefiero callar, silenciándome cuando alguien quiere escucharme.
Otras veces opto por darme la vuelta en el momento en que alguien se acerca en busca de un buen consejo.
Y así estamos, por eso prefiero no oír ni ver, sigo haciendo lo mismo de siempre.