Nunca antes se habían visto los frutos como ahora se están viendo con las políticas públicas petroleras del actual Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, de la Expropiación Petrolera, del 18 de marzo de 1938, por el Presidente Lázaro Cárdenas, entre otras muchas cosas, con sus ocho refinerías a las que a seis se les está dando el mantenimiento debido: 1. Salamanca, Guanajuato; 2. Minatitlán, Veracruz; 3. Madero, Tamaulipas; 4. Cadereyta, Nuevo León; 5. Salina Cruz, Oaxaca; 6. Tula, Hidalgo; 7. Deer Park, Houston, Texas; y 8. Dos Bocas, Tabasco, que está por inaugurarse.
Con estas 8 refinerías el Gobierno de México, pretende que todo el petróleo que se extrae en nuestro país lo refine él, a través de su empresa petrolera y no las refinerías de Estados Unidos (con excepción de la Deer Park, que ya es de su propiedad), y que todos los gobiernos anteriores se lo vendían a ellas crudo a muy bajo precio el barril, y ya refinado nos lo vendían muy caro; para ya al ser nuestro totalmente, abaratar al máximo el precio del petróleo y sus derivados en México; como ha estado haciéndose en este sexenio, en que desaparecieron los gasolinazos.
Pero lo más importante con el petróleo es la disminución y en unos casos la eliminación de la corrupción que imperó hasta antes del 1° de diciembre de 2018, en Petróleos Mexicanos PEMEX, la empresa estatal que creó el propio General Lázaro Cárdenas, el 7 de junio de ese mismo 1938, y para cuya administración y operación fundó el Instituto Politécnico Nacional IPN, cuyos egresados ingenieros y técnicos dirigieran, administraran, operaran, distribuyeran y comercializaran el petróleo y sus derivados; y que fue saqueada por los anteriores gobiernos amafiados con los malos dirigentes del Sindicato Petrolero de la República Mexicana, hasta llegar al escandaloso “huachicoleo”. Por eso, este 18 de marzo de 2024, hay mucho que celebrar de la Expropiación Petrolera, principalmente que se recuperó el espíritu patriótico de Cárdenas, que lo inspiró para la nacionalización del petróleo; porque solamente así, México puede tener soberanía energética; y con lo cual todos los mexicanos de todas las corrientes del pensamiento y de la actividad, por muy diferentes que seamos, debemos de solidarizarnos para que la independencia económica de nuestro país, sea una realidad, que se inició desde hace 86 años.