Tomo prestado el título para esta colaboración de una columna de Viri Ríos, la autora del magnífico libro “No es normal”. De ese, su texto, Viri retoma algunos datos que recuperan nuestra atención hacia problemas estructurales en momentos en que, artificialmente, nos tienen atentos a problemas que, siendo apremiantes, no son los únicos con tal grado de apremio.
Por ejemplo, medios y organismos opositores nos dicen, un día sí y otro también, que la inseguridad es el problema que mas muertes ocasiona. Viri Ríos nos recuerda que en México mueren al año 32 mil personas por homicidios dolosos, mientras que los fallecimientos por diabetes alcanzan la cifra de 107 mil personas en el mismo periodo de tiempo. De eso nada dicen. Hacen como si esas muertes fueran pocas o como si no tuvieran importancia. Por supuesto, la delincuencia debe ser combatida con toda la fuerza del Estado, pero esa misma fuerza debiera aplicarse en el combate a enfermedades que son evitables si se altera la estructura de poder que permite la producción, distribución y promoción de productos que están muy lejos de ser nutritivos y que, sin embargo, han alterado sustancialmente la dieta de los mexicanos.
Para poner en contexto lo anterior, nuestra autora de referencia llama Diabetilandia a México porque en nuestro país hay una muerte por diabetes cada 5 minutos, y también porque el 18 por ciento de los adultos padecen esta enfermedad, muchos de ellos sin siquiera saberlo. Por supuesto que es urgente combatir los asesinatos y al respecto Viri Ríos nos recuerda que la diabetes es uno de los peores asesinos, que ataca a todos sin distinción de edad o género pero que se ceba en los más pobres. En México cuando se pertenece al 20 por ciento más pobre de la población se tiene el doble de probabilidad de morir por diabetes que cuando se es parte del 20 por ciento más rico.
En el caso de la Comarca Lagunera uno de cada cinco adultos mayores que vive con diabetes no cuenta con los recursos necesarios para el control de la enfermedad lo que hace evidente la relación entre pobreza, falta de educación y prevalencia de enfermedades crónicas, como la diabetes. Coahuila ocupa en onceavo lugar en cuanto a mortalidad por diabetes mientras que Durango ocupa el lugar 25.
Hace poco más de un año en el Congreso de Coahuila se aprobó, por unanimidad, un punto de acuerdo solicitando a la Secretaría de Salud del Estado que implemente medidas y estrategias permanentes para prevenir y tratarla diabetes. La propuesta fue impulsada por la Diputada Mayra Lucila Valdés González quien afirmó que el año asado se diagnostican alrededor de 47 casos por día. De conformidad con los datos aportados por la Diputada Valdés la diabetes en Coahuila tiene cara de mujer pues entre enero y octubre del año pasado se diagnosticar mas de 13 mil casos de diabetes en mujeres, mientras que en los varones se diagnosticaron poco más de 5 mil casos.
Siendo una enfermedad de origen multifactorial desde hace años hay quien habla de la estrecha relación que hay entre el arsénico y la diabetes, como la doctora Patricia Ortrosky, investigadora del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM. Según la Gaceta de ese instituto “En varios estados de México, como en Guanajuato, Hidalgo y en la región de la Comarca Lagunera (Coahuila y Durango) existe hidroarsenicismo, siendo ésta última región la más estudiada y la que presenta en el país el mayor índice de mortalidad debido a la diabetes, comentó la especialista en toxicología ambiental”*.
*https://www.biomedicas.unam.mx/wp-content/gacetas/2008/junio.pdf?x12950