La gran mayoría de los pueblos están siendo manipulados para sumirlos en la decadencia por los sectarios globalistas adoradores del dinero (mammón), del placer (afrodita) y del poder (Nike). Estos sectarios son enemigos de la verdad, de la bondad, de la belleza, del Derecho natural y del Bien común.
El pueblo mexicano va casi en caída libre al fondo del abismo (abadón) de la ignominia y perdición por la traición de muchos de sus gobernantes y representantes públicos y la cobardía de algunos de los dirigentes de instituciones y organismos de la iniciativa privada y sociedad civil.
Los beneficiarios, ya mencionados, de la ruina de los mexicanos usan todo tipo de mentiras y engaños para lograr sus objetivos de degradación de la población.
Qué pretenden estos perversos sectarios; Desean el decaimiento, declive, ocaso, caída, descenso, retroceso, degeneración, disminución, deterioro, debilitación de cada uno de los mexicanos. Cómo lo hacen; promoviendo la decadencia que produce un quiebre tanto de la cultura y las instituciones públicas y civiles como de otros pilares propios de una sociedad (valores, costumbres, leyes), para cambiarlos o transformarlas, en este caso, en algo deleznable.
La decadencia es originalmente un término histórico-filosófico mediante el cual los cambios en las sociedades y culturas fueron interpretados y criticados como ruina, caducidad o depravación, Se trata de un proceso de deterioro y menoscabo a través del cual las condiciones o el estado de alguien comienzan a empeorar.
Los ejemplos abundan, pues son muchos los pueblos que al alejarse de la verdad, del derecho natural y del bien común desaparecieron, como los imperios romano, otomano, y en la actualidad la URSS y gran parte de Europa y algunos países de américa central y del sur, como Venezuela, Cuba, Nicaragua, Colombia.
Algunas de las manifestaciones más claras y contundentes del avance de la decadencia en México son: pérdida o disminución de la dignidad humana, la extorsión del pueblo, convertir en asesinas a las mujeres embarazadas al encaminarlas al aborto, desalentar la superación y perfeccionamiento de los mexicanos, la destrucción y prohibición de la educación basada en la verdad, la bondad, la belleza, el derecho natural y el bien común, despojar de recursos a las instituciones de salud, alentar la delincuencia, el trafico de drogas, la trata de personas y niños, la imposición del clima de terror y pánico entre los ciudadanos, la perdida de libertad de expresión, religiosa, de tránsito, promoción de los vicios entre la juventud como el conformismo, la deserción escolar, la vagancia, la protección a los delincuentes y mafias financieras usureras, la destrucción de la vida del campesino, empobrecimiento de las clases sociales media y baja, aumento de corrupción en todo el gobierno federal, la destrucción de la unidad familiar y la paz social, la sumisión de las universidades autónomas públicas y privadas a promover egresados mediocres y castrados.
Respecto a las cosas, no se habla de decadencia, suele referirse al descuido o a los daños materiales por el paso del tiempo y la falta de mantenimiento. La falta de mantenimiento a hospitales, a vías de comunicación terrestre, etc., la renovación de equipo de salud, de instalaciones públicas son síntomas típicos de la obsolescencia material, no son las instituciones, los organismos, los colectivos, los que decaen, son los seres humanos.
En México la decadencia se trata de un plan intencionalmente elaborado y puesto en marcha por Morena, los mercenarios que los acompañen, sus diputados, senadores y el propio presidente de la república para degradar al mexicano a simple cosa o bestia.
Pues el mexicano que ha olvidado su dignidad, que lleva impresa en su esencia, en su substancia y su naturaleza, se vuelve un esclavo de los vicios y perversiones, lo que hace que tome actitudes y conductas auto-destructivas, así como, acciones dañinas y perjudiciales para la comunidad.
Los sectarios de Morena, el propio presidente y sus cómplices con la decadencia buscan y promueven la desmoralización de cada mexicano, pues un mexicano sin moral es un individuo rapaz, corrupto, sin verguenza, vengativo, avariciosos, perverso, violento, lujurioso, egoísta, mentiroso, deshonesto, ignorante, holgazán, abusón, etc., y si observan a Morena y sus partidos aliados se han convertido en cuevas de ladrones y los funcionarios del gobierno federal se dedican a saquear el erario.
Los morenistas saben que si aumenta el poder del gobierno disminuye la libertad del pueblo y de esa manera perpetuarse en el poder y lleva a los mexicanos a la miseria y esclavitud tipo Cuba, Venezuela, Nicaragua, etc.
Los morenistas y sus cómplices, que son como la lepra, buscan la extinción del pueblo mexicano a través de asesinar a los nuevos nacimientos por medio del aborto, disminuir la natalidad provocando la impotencia de hombres y mujeres, la desviaciones sexuales como la homosexualidad y el lesbianismo.
Los mercenarios morenistas ahora quieren una constitución a modo para sus perversos fines ya enlistados, luego hay que recordarles la sentencia de Patrick Henry: “La Constitución no es un instrumento del gobierno para controlar la vida del pueblo, es una herramienta del pueblo para controlar al gobierno”, las de Ronald Reagan: “La primera obligación del gobierno es proteger al pueblo, no dirigir sus vidas” y “El poder concentrado ha sido siempre enemigo de la libertad”.
Todos los mexicanos que quieran seguir viviendo en libertad, con paz, desarrollo y fuera de la miseria y gozando del bien común deben salir a defender esos derechos naturales ante los enemigos y mercenarios de Morena y sus cómplices. Usted lector dice la última palabra.