Pero, antes que nada, iniciaremos esta columna, de nueva cuenta por cuestiones de espacio, no con nuestra típica y tradicional adivinanza, sino entrando directamente en materia político – sindical. Él que ya no sabe qué hacer es Arturo Díaz y el propio ejecutivo nacional, con el supuesto informe, pleno, congreso o sabrá Dios que sea. El hecho es que, en la semana anterior, el grupo de miembros del comité de despersonalizados le echaron aún más leña al fogón, y han puesto en la corriente de opinión sus demandas y exigencias, que, de acuerdo a la ley y a los estatutos, han quedado por demás sin respuesta por parte de Arturo Díaz, quien se concreta a medio tratar de descalificar a los quejosos sin los más mínimos argumentos.
La realidad es que él manifiesto ya ha sido recibido por todas las instancias a las que les fue enviado, y ha evidenciado y dejado al descubierto cómo Arturo Díaz se pasa por el arco del triunfo los reglamentos y estatutos que prometió hacer cumplir en su toma de protesta. En este mismo sentido, la gente del nacional se encuentra sumamente preocupada de lo que está aconteciendo, ya que, por ningún motivo, quieren que se manche la imagen del líder nacional, Alfonso Cepeda, previo y ya en su visita, en donde se ponga en tela de juicio su nulo proceder ante la violación a sus reglamentos que él mismo creó, impulsó e hizo a su manera.
Para el cierre de esta columna, Arturo Díaz en reacción a la exhibición de lo sucedido, había hecho una reunión con los miembros del comité, prometiéndoles como hace un año, que les daría a cambio de su sumisión plazas y recursos, lo que ya se vio que nunca sucederá, ya que a estas alturas, todos los miembros del comité saben la forma de proceder de Arturo Díaz, y saben que jamás cumplirá, ya que la guadaña de la despersonalización, pasando el citado evento, llámese como se llame, continuará y con más ganas, ya que Arturo se ha encargado de cilindrarse a todos los secretarios generales, ofreciéndoles precisamente las titularidades y funciones de la inmensa mayoría del comité, que, dicho sea de paso, se ganaron mediante una elección democrática en la planilla verde, prometiéndoles también a los secretarios generales que no alcancen titularidad, llevárselos de coordinadores, al cabo prometer no cuesta nada y menos empobrece.
Otro aspecto que ha trascendido es que sus principales disque operadores políticos, como lo son: los Portillos padre hijo; el profesor Santos Navarro; el representante del nacional, el tal Lorenzo, a quien le queda muy bien el nombre, andan no muy contentos con Arturo Díaz, ya que les prometió hablar con los de arriba y de más arriba hasta llegar con el mismísimo AMLO y la Sheinbaum, para que a Jesús Portillo le dieran una diputación o ya de jodido una regiduría, sin contar que a Santos Navarro le otorgarán, nomás porque dice Arturo, hasta la candidatura a la presidencia de la ciudad de San Pedro. Al que también le prometió, fue al ingenuo del profesor Lorenzo, una diputación pluri por Durango, cosa que, pues a cómo se ve, solamente en sus sueños guajiros sucederá. Lo anterior, ha generado que estos personajes, que, si antes lo defendían a capa y a espada, ahora disimulan y hasta nos han comentado que ya empiezan hablar pestes de Arturo Díaz, veladamente.
Como le hemos venido comentando regresando al origen, este primer año es “un año fallido de una administración fallida” que Arturo Díaz a sus conveniencias para enchalecarse los recursos, trata de despotricar de las administraciones pasadas, siendo uno de los principales negociantes y beneficiario de ellas, con sus clásicas cantaletas, que a un año de gestión simplemente nadie le cree. Ya que tocamos el tema de su credibilidad, la misma está por los suelos, ya que de sus promesas de campaña no ha cumplido ni una sola, con una nula capacidad de negociación y de gestión, solo cumpliendo a medias con la agenda nacional y de eventos, todas sus actividades siempre lo mismo, pero en versión chafa.
Con los adeudos creciendo, ya no digamos con los heredados, si no con los actuales del pago de defunciones, que también los afectados están más que listos para manifestarse ante Pocho Cepeda; con una pésima relación con los gobiernos de los estados que ya valoran la necesidad, mediante auditorías, de retirarles el apoyo económico, que no es cualquier cosa, por los malos manejos de Arturo Díaz. Aunado a todo lo anterior, está el hecho de que, por su misma torpeza, Arturo ya adelantó su propio proceso de sucesión, ya que desde sus propios e insignificantes allegados y los demás miembros del comité, que son inmensa mayoría, solo piensan que se vaya y ya compiten por quién va entrar en su lugar. Hasta la próxima…