El espionaje es una obsesión constante y permanente de los gobiernos sobre sus ciudadanos y no solo incluye esa tentación a los cuerpos militares, a los policiacos, a los partidos y organizaciones políticas, sino también a otros sectores como el industrial, comercial y entre grupos de poder de facto.
Es abundante la literatura formal como la novelesca sobre el tema del espionaje que se practica habitualmente dentro de los propios países y también entre ellos, sean vecinos o estén a grandes distancias.
La vigilancia masiva de la población es una de las grandes obsesiones de las agencias de Inteligencia de todos los gobiernos, usando pretextos variados, justificados o no, como el de “seguridad nacional, “combate al terrorismo”, para lo cual han destinado inmensas cantidades de dinero y recursos variados, que, si se hubieran aplicado a Bien Común, hace mucho tiempo que no habría hambre y los pueblos de la totalidad del mundo vivirían en ambientes conforme a su dignidad humana.
Conforme avanzan las ciencias y las tecnologías los medios para el espionaje van adquiriendo más sofisticación y complejidad para pasar totalmente desapercibido e inofensivos para la gran mayoría de la población que por su escasa formación e información es muy vulnerable a esa criminal actividad.
Aunque parezca increíble, por parecer inofensivos, los instrumentos actuales más utilizados para la ilegal actividad de espiar son el SMS (servicio de mensajería de texto) y WhatsApp, correos electrónicos, fotos, videos, geolocalización, ingreso a cámara y micrófono, extraer contraseñas, todo eso sin dejar rastros. Estos instrumentos tienen su antecedente inmediato como el Collection (interceptar e intervenir comunicaciones), KGB (Comité de Seguridad Estatal), Pegasus, Spyware comprado por México, entre otros.
Las ciencias y las tecnologías siguen con sus cambios constantes y repentinos las nuevas herramientas se ponen al servicio de las agencias de espionaje, como es el caso del Internet con su antecesor el ARPANET, usando la Web (World Wide Web) con sus complementos Omnivore y luego Dragonware, para recuperar archivos eliminados del CPU.
Se perfeccionó el correo electrónico con el invento del @ por parte de Raymond Samuel Tomlinson.y se pudo enviar el primer correo electrónico de la historia, y así nación Hotmail, Yahoo Mail y Rocket Mail, que permitían enviar correos, que en teoría eran privados, pero nunca lo han sido.
Para continuar con nuevos métodos de espionaje surgieron las redes sociales auspiciados principalmente por los departamentos de defensa de EU sobresale la DARPA, con la intención de monitorear a las personas nace Lifelog antecesor de Facebook. Para crear una base de datos personal para subir documentos, imágenes y videos. De ahí continuo con Instagram, Amazon, Tik Tok, bajo el nombre de redes sociales. Así de fácil fue conseguir los datos e informes más íntimos de los ciudadanos,
Echaron la red y solitos fuimos a dar la información con el gancho de que era todo gratis.
Así fue como se introdujeron dispositivos de espionaje en la vida cotidiana y ahora se crea el monopolio de recopilación y análisis de datos de la opinión pública y de las personas.
“Qué paradoja: en la era en donde la información la tenemos al alcance de nuestras manos, reina la desinformación. El análisis crítico y la objetividad se han diluido de manera alarmante. Ya no se debaten las ideas ni se construyen argumentos. Ahora se ataca desde el anonimato y se descalifica al que piensa diferente. Se cerró el espacio a la razón, para darle paso al sentimentalismo”.Geonews.
Ahora vemos como las plataformas se han erigido como los únicos dueños de la verdad, estás plataformas desdeñan la libertad de expresión, se convierten en el Ministerio de la verdad y la y la Policía del pensamiento, como lo escribiera Orwell en su libro 1984.
Además del espionaje que realizan los gobiernos y sus organismos asociados, a través de las redes sociales se han convertido en grandes manipuladores de la voluntad de las personas para comprar, para opinar, para decidir y para votar.
Ya conocemos los orígenes y fines de las redes sociales, que atrapan, engañan y manipulan; la alternativa es esforzarse para vivir fuera de ellas o someterse. usted lector dice la última palabra. Policía del pensamiento, …