SE MURIÓ ROMÁN -SE ENREDA- PERDÓN, CEPEDA; SE ENREDÓ Y SE AHORCÓ
Solo por su ilustre apellido; en política está el jumento.
Por mamón no es querido; además de pensar muy lento.
Y así, acumuló muchos cargos; diputado, funcionario y, ahora presidente.
Y para no hacerlo largo; la ciudadanía, ahora se arrepiente.
El mesiánico funcionario Román Cepeda; tuvo la ilusión, como siempre.
Seguramente en una gran peda; de llegar a ser gobernador independiente.
Y aunque no crea, lo intentó; al ver sus limitaciones, desistió.
Un spot de 40 segundos; y dos horas grabando, duró.
El mote de -se enreda- viene; al decir un discurso diferente,
Si un telepronter no tiene; enreda mucho a la gente.
Nacido en sábanas de seda; el alcalde Román Cepeda, lento.
Siempre se enreda, se enrerda; por su falta de talento.
Es un tipo rico vanidoso; -se enreda- vive en opulencia.
Y compró muebles muy costosos; con cargo a la Presidencia.
Cosas costosas y opulentas; dos espejos chapados en oro.
Muñecote, dicen sus empleadas contentas; y el pasa arrogante, sin desdoro.
Hay tantos problemas en Torreón; es, amante de la fotografía.
Los eventos sociales su pasión; en ellos pierde los días.
Mientras Torreón está devastado; el terreno no es importante.
Primero están sus zapatos boleados; lo demás, le vale madre.
Comenzó y, muy mal parado; prometió para todos, agua abundante.
A cuatro meses de sentado; -se enreda- quedó como farsante.
La gente irritada se sublevó; para no salir sin nada.
Un plan, el rollero inventó; pero estaba pa’ la chingada.
En Torreón, tránsitos y policías; nos roban y roban impunemente.
Esto es todos los días; con cursos cambiarán su mente.
Así lo dijo el presidente; pero esto es pura vacilada.
Porque, solo limándoles los dientes; termina con eso, de volada.
El paquete grande le quedó; por eso la huesuda acechaba;
A la primera la regó; fue a parar a la chingada.
Cerca de un gran hoyo; rollo y rollo echaba -se enreda.
Cuando se cayó al hoyo; ahí murió, triste su calavera.
Muy pocos lloraron su muerte; solito está en el panteón. Raúl Garza, llora su suerte; único amigo de ese cabrón.