He visto y he escuchado muchas historias de amor, pero esta es especial. Porque no hay duda que para el amor no hay fronteras, mientras íbamos en el carro hacia un café mi madre me contaba cómo se conocieron dos amigos muy queridos.
MARÍA ELENA GUTIÉRREZ y FRANTISEK KMOSTINEC. Ella estaba conociendo España y otras partes de Europa, cuando su carro se detuvo en una pequeña ciudad de Eslovaquia, el paisaje era hermoso.
Ella no sabía hablar otros idiomas más que el español, intento pedir ayuda, un hombre se acercó al ver aquel carro en medio de la carretera, pues hacia mucho frio.
Al ver a la mujer que estaba desesperada le dijo: le puedo ayudar, yo sé muy poco de español, mi nombre es Frantisek. El hombre le ayudo a empujar su carro a aquella mujer.
Después, al ver no podía hacer por el carro más que llevarlo a un taller, la invitó a su casa y convivió con la familia de aquel hombre, después, ella le dijo que tenía que regresar a su país.
Se escribían cartas de amor cada vez que podían, y comenzaron una relación muy bonita y después de dos años el decide viajar a México y quedarse un buen rato con ella.
Así han pasado los años y aún siguen juntos, él es chelista reconocido y da clases en universidades, ella se dedicó en cuerpo y alma a cuidarlo, a pesar de las adversidades aún siguen juntos.
Este pasado domingo 16 de octubre, FRANTISEK KMOSTINEC partió de este mundo, después de luchar contra el cáncer. Sabemos que te vamos extrañar tus amigos, tus alumnos y tu amada CHACHIS.
Este es un pequeño homenaje para esta hermosa pareja y para un gran hombre.
Este escrito va de dicado a mi nombre y de la familia BELMARES OLVERA. Descanse en paz, FRANTISEK KMOSTINEC.