Todo nace de uno, como la forma de pensar y nuestros ideales. Muchos creen que depende de cómo uno fue criado va ser así, la verdad es que al crecer formamos nuestro propio juicio de cómo vemos al mundo.
Puede ser que nuestros padres nos dan los valores, y como ellos fueron orientados, quizás en se transcurso se equivocaron pero es válido.
Todo nace de uno, es enfocado para que crezcamos como individuos, sin embargo, si no nace de uno nada tiene razón en tu vida, como el amor, la felicidad o la alegría, tiene un por qué lo sientes tan dentro de ti, esos sentimientos nos hacen crecer como personas.
Pero también hay sentimientos que nacen de uno mismo que son terribles y de algún modo nos perjudican, como la tristeza, el odio y el miedo, nos cambian la óptica de nuestra vida.
Hay quienes nacieron con exceso de bondad y dan hasta quedarse sin nada, ponen el ejemplo, ¡claro! que todos nacemos con bondad.
Pero no todos tenemos la capacidad de dar, la fe en Dios es la única que no nace de nosotros, la vamos construyendo con devoción en lo queremos creer.
Todo viene de un principio, que al fin que acabo somos materia con una finalidad, pero eso dependerá de nosotros al nacer.
