Torreon, Coah.
Edición:
18-Nov-2024
Año
21
Número:
927
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PALABRAS DEL LECTOR / 830


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Por:
Jorge Arizpe
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03-07-2022
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Edición:

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UN LADRÓN EN LA CÁMARA DE DIPUTADOS Y NADIE VOTÓ POR EL, RUBÉN MOREIRA Y EL DESFALCO MILLONARIO AL ESTADO DE COAHUILA.

Hasta el día de hoy el desfalco millonario perpetrado por el anterior gobernador de extracción priista RUBÉN MOREIRA, permanece en la impunidad, ni a la FISCALÍA DEL ESTADO, ni a la FISCALÍA ANTICORRUPCIÓN, ni al gobernador MIGUEL ANGEL RIQUELME les ha interesado en lo más mínimo llevar a la cárcel a este siniestro personaje.

Lo más lamentable también es que ningún miembro del congreso local de Coahuila se ha interesado en el tema y pedir cuentas tanto al Fiscal como al gobernador del Estado sobre las investigaciones que se realizan para encarcelar y llevar ante la justicia a Rubén Moreira.

El silencio que priva en el Congreso del Estado de Coahuila, ha hecho cómplices a los mismos diputados del aberrante y descarado saqueo cometido por Rubén Moreira, nadie de ellos se atreve hacer pronunciamiento alguno al respecto, prefieren callar como viles cobardes, olvidando que están ahí para representar los intereses del ciudadano que con su voto los tiene ahí cobrando jugosos sueldos.

Es lógico que a quienes toca investigar este aberrante e infame saqueo a las arcas estatales no hagan nada, ya que pertenecen al mismo sistema podrido y corrupto priista que tanto daño ha hecho al estado y al país.

Solo basta recordar que tanto el actual gobernador Miguel Ángel Riquelme como el Fiscal del estado Gerardo Márquez Guevara fueron puestos ahí por Rubén Moreira para cubrirle las espaldas una vez terminado su mandato, por eso amigo lector, ya sabrá usted porque al día de hoy el infame saqueo a las arcas estatales continua en la más absoluta impunidad.

Es una vergüenza que a nivel nacional el estado de Coahuila sea un referente de impunidad y corrupción propiciado por los gobiernos priistas de Humberto Moreira a la fecha.

Como usted recordará, el gobierno de Rubén Moreira otorgó contratos por 500 millones de pesos a empresas que no estaban en el padrón de proveedores, que no tienen sitios de internet, incontactables y con domicilios inexistentes, dinero que obviamente se robó.

Luego de que se descubrió que el Gobierno de Coahuila, a cargo de Rubén Moreira Valdez otorgó contratos millonarios a empresas fantasma, sin logotipos, portales de internet, teléfonos de localización, con domicilios en bodegas, casas inhabilitadas, inmuebles en colonias populares, y en edificios donde son desconocidas en Saltillo y Monterrey, las investigaciones a cargo de la Fiscalía del Estado, inexplicablemente están detenidas y no existe un solo avance al respecto.

En septiembre del año 2016, de acuerdo a una investigación se demostró que el gobierno a cargo de Rubén Moreira ha pagado cientos de millones a empresas sospechosas, que no son conocidas, ya que, carecen de las características que una empresa funcional tiene.

Los contratos fueron otorgados por medio de adjudicación directa, es decir, la vía en que puede un gobierno pagar servicios sin licitación.

De acuerdo a Fuentes de la Secretaría de Finanzas de Coahuila se dijo que se facturan supuestas asesorías, productos perecederos, alimentos o consumibles a los que es muy difícil rastrear o verificar su aplicación en una auditoría.

Algunas de las empresas según la investigación son firmas como Riviera Álamo Comercializadora Universal Tobosa y Constructora y Comercializadora Sara. En la ciudad de México está Nuberia Comercial de México, Consultora Asha, Consultorías Bardo, Consultora Murano, y en Monterrey está Comercializadora Vilansa y Operadora de Negocios Egeo, evidentemente empresas fantasmas a través de las cuales Rubén Moreira sustrajo dinero del erario estatal.

77 millones 513 mil pesos es lo que otorgó el Gobierno de Coahuila en cinco contratos a la empresa Nuberia Comercial, por conceptos de colchonetas, colchones, material de curación, paquetes quirúrgicos y medicamentos.

No obstante que esta firma no está en el Padrón de Proveedores y Contratistas del Gobierno de Coahuila vigente al 2 de agosto de 2016.

Otra firma beneficiada es Vilansa, a quien el Gobierno le pagó dos facturas por un total de 11 millones 169 mil pesos entre noviembre de 2015 y enero de 2016, por concepto de 42 mil 760 cobijas y 27 mil bultos de cemento.

Su domicilio está en la calle Vicente Guerrero 421 Poniente, en el Centro de San Nicolás, en Nuevo León. El lugar es una vivienda abandonada que tenía en la banqueta recibos con esa dirección a nombre de Armando Salazar Cárdenas.

“Riviera Álamo, una firma “todóloga” que, aunque su nombre no aparece en la lista de proveedores, ha facturado este año más de 24 millones de pesos al erario coahuilense por contratos obtenidos sin licitaciones”.

Tres de estas empresas, Asha, Bardo y Vilzel, se dieron de alta en el Padrón de Proveedores y Contratistas de Coahuila el 3 de abril de este año y para el día 7 ya se les estaban pagando sus primeras facturas. Consultora Murano recibió 15 millones 389 mil pesos por concepto de “huevo blanco, pierna y muslo” pese a que es una “consultora”. No aparece en el padrón de contratistas. En su domicilio, registrado en Prado Norte 225, nadie sabe nada de la “empresa”.

Vilzel ha facturado 11 millones 600 mil pesos por concepto de asesoría jurídica en materia fiscal. Al momento de contactar a esta empresa, cuando se marca a los números que aparecen, una operadora de Vilzel, la voz pregrabada anuncia: “Está usted hablando a EB Capital”, y vuelve a remitir al menú de opciones una y otra vez.

El domicilio registrado en las facturas de dicha empresa y en el padrón de proveedores es la Torre A, Piso 8, de la Avenida Santa Fe 94, en Zedec Plaza Santa Fe, pero el personal confirmó que la “consultoría” no tiene una oficina ahí, ni en ninguna de las otras tres torres que integran el complejo.

Fuentes consultadas de la Secretaría de Finanzas (Sefin) de Coahuila, indicaron que los pagos se hacen siempre de manera urgente, bajo la presión de jefes de área cuyo único argumento es que son órdenes de Rubén Moreira.

Quien tiene la relación de estas empresas ‘fantasma’ o empresas ‘pantalla’, como también se les llama, es el Subsecretario de Administración de la Sefin, Julián Montoya.

Asha Consultores Especializados y Consultorías Bardo, recibieron 11 millones 600 pesos, (5 millones 800 mil cada una) son otras dos empresas que no son conocidas en el mercado y comparten un mismo domicilio fiscal en la Ciudad de México.

La dirección que las dos “consultoras” tienen registrada tanto en el Padrón de Proveedores y Contratistas de Coahuila como en sus facturas es la de Andador 6, Manzana 7, Lote 8, Tierra Unida, en la Delegación Magdalena Contreras.

Este domicilio pertenece a una vivienda descuidada, grafitada, con la reja destartalada. En dicha casa, ubicada en un sector de bajos recursos, vive una mujer y su hija. Vecinos dijeron desconocer o haber escuchado nombrar sobre dichas empresas.

Los pagos hechos a estas empresas, fueron por conceptos de “consultoría en administración de personal” a Asha y por asesoría en “estrategia y capacitación en informática” a Bardo.

Consultorías Bardo tiene un portal en internet de los que se realizan con plantillas preestablecidas que se ofrecen en la red, en el que ofrece servicios de asesoría y capacitación, pero no ofrece ni directorio de la empresa, ni domicilio, ni teléfono.

“Documentos y facturas revelan que el Gobierno de Rubén Moreira destinó recursos del erario para adquirir cemento, productos de limpieza, gorras, camisetas y hasta bolos a empresas cuyos domicilios fiscales son bodegas solitarias, casas abandonadas o viviendas”

Un verdadero y escandaloso carro de corrupción el de Rubén Moreira que para colmo esta como diputado sin que nadie de Coahuila haya votado por él, siendo esto una burla para el ciudadano del estado, quien exige cárcel para este infame personaje quien se pasea muy tranquilo por el estado y el país a sabiendas que ya le cubren las espaldas el Fiscal del Estado y el mismo Gobernador en turno.

Caso Marucha, la misma situación: No pasa nada.

El mismo estado guarda la investigación del caso en que el anterior Gobierno de Coahuila a cargo de Rubén Moreira, pagó más de 71 millones de pesos a una empresa fantasma relacionada con la ex Secretaría estatal de Infraestructura, María Esther Monsiváis, la principal operadora y prestanombres del gobernador, Rubén Moreira.

En noviembre de 2016, una investigación revelo que, en los últimos tres años, el Gobierno de Coahuila a cargo de Rubén Moreira pagó al menos 39 facturas por más de 71 millones de pesos a la empresa fantasma Riviera Álamo, relacionada con Monsiváis quien es su prestanombres.

Todos los contratos para la firma se dieron por asignación directa, pese a que no aparece en el Padrón de Proveedores y Contratistas coahuilense. El diario de circulación nacional destaca que “fuentes oficiales señalaron que a la fecha no hay comprobantes ni actas de la entrega-recepción de los productos”.

La investigación revela que Riviera Álamo es una firma constituida bajo el giro de “construcción de obras civiles” especializada en maniobras portuarias y aeroportuarias. Sin embargo, las facturas emitidas a la empresa fueron por productos como cobijas, bicicletas, baterías de cocina, balones, impermeabilizantes y tinacos hasta electrodomésticos, colchones, mochilas, bolos infantiles, muñecas Barbie y pulseras, entre otros.

 

UNA EMPRESA FAVORECIDA

De acuerdo a la investigación se cotejó documentos sobre las asignaciones oficiales de la Secretaría de Finanzas de la entidad, mismas que mostraron que la empresa siempre fue favorecida por el gobierno al pertenecer a la principal operadora política y prestanombres del gobernador Rubén Moreira.

“Marucha (como se le conoce a Monsiváis) generalmente manejaba todo junto con Julián Montoya (actual Subsecretario de Administración y Egresos), el otro personaje que opera todo lo financiero del Gobernador”, aseguró uno de los entrevistados en la investigación.

María Esther Monsiváis renunció a su cargo el 7 de noviembre de 2016, luego de que se revelara que la empresa Riviera Álamo fue constituida por la funcionaria a través de dos “prestanombres” que hasta el momento no han sido ubicados: Javier Garza Lizcano, chofer de ruta de Monterrey y Valentín Moreno, empleado de la empresa Concordia, propiedad de Monsiváis y su esposo Fernando Martínez.

Humberto y Rubén Moreira son vistos por el ciudadano del estado como gentes indeseables que durante sus sexenios no hicieron más que robar y saquear indiscriminadamente los recursos económicos del Estado, desviando dinero a través de empresas fantasma y prestanombres a cuentas en Estados Unidos y otros países.

Y por si fuera poco, investigaciones de la anterior Procuraduría General de la Republica liga a estos nefastos personajes con la delincuencia organizada, que actúo impunemente en el Estado, secuestrando, extorsionando, desapareciendo y matando gente, y lo más lamentable es que al día de hoy en el Estado, a nadie parece interesarle que sean investigados tanto Humberto como Rubén Moreira y sean llevados ante la justicia.

Por eso hoy en día la gente ya no cree en los partidos políticos, en especial el PRI, una vez que llegan al poder se olvidan de la gente, ahí está el caso de los diferentes partidos políticos que conforman el congreso del estado de Coahuila, pasivos y sumisos a la orden del gobernador Riquelme, quienes lejos de representar al ciudadano, se ponen a las órdenes del gobernador cobrando jugosos sueldos solo por hacerse oídos sordos a la voz del pueblo que clama justicia por tanta infamia de los ex gobernadores Moreira.

La gente no olvida tanta infamia y seguramente el próximo sexenio en Coahuila, el PRI pasara al basurero de la historia en el Estado, como un partido corrupto e indeseable que no quiso hacer justicia en el caso de los hermanos Moreira, y cuyo partido ya en el gobierno se alió con el crimen organizado que fue implacable al cometer todo tipo de delitos atroces en los que se vio afectado el ciudadano.

Por Jaime Jiménez Cantú

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