Torreon, Coah.
Edición:
14-Oct-2024
Año
21
Número:
922
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HIPOCRESÍA Y HONESTIDAD / 830


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Por:
Sin Censura
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03-07-2022
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Edición:

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POR: ABEL ALCALÁ H.

Hay vicios individuales y vicios sociales, al igual que virtudes individuales y virtudes sociales o de la comunidad. Cada  virtud tiene su opuesto.

Las personas humanas  de manera individual tienen el deber de ser virtuosas, es deber porque  su propia naturaleza les demanda su perfeccionamiento, ese perfeccionamiento requiere para realizarse de la institución natural que llamamos familia para que acompañe al esfuerzo de cada uno de sus integrantes.

Las virtudes colectivas  como los vicios se desarrollan por  influencias ya nobles y buenas ya innobles y perversas, sobre la familia, sobre la educación, sobre la cultura, sobre las tradiciones, sobre  los medios de comunicación, sobre las redes y cuanto instrumento público puede  impactar en la inteligencia y la voluntad, en las pasiones, sentimientos y emociones del pueblo.

Los valores son la inspiración para que los hombres practiquen hábitos buenos que se expresan en las conductas que cotidianamente  realizan  en sus  relaciones con los demás y que los harán virtuosos, es decir, personas que practican  el bien en todas las formas posibles y evitan el mal de igual manera.

Toda virtud en su origen es una fuerza, aunque no toda fuerza es una virtud, la virtud es una fuerza permanente, la virtud es una fuerza moral, fuerza moral que hace al hombre capaz de ejecutar el bien.

El vicio es lo opuesto a la virtud, toda disposición a lo que conviene es buena y toda disposición a lo que no conviene es mala. Los vicios son todas las tentaciones de maldad que el hombre ha aceptado y hecho suyas,  practicándolas habitualmente en su familia y en la sociedad.

Veamos los principales vicios que envuelven al hombre y a la sociedad: la pereza, la envidia, la lujuria, la gula, amor propio, el desorden , la sensualidad, la comodidad,  la vanagloria, la cólera, la avaricia, la calumnia, la burla, el escándalo, la mentira, la frivolidad, la pedantería, la perfidia, el rencor, el sarcasmo, venganza, la traición y la hipocresía, etc.

Comenté anteriormente  que cada virtud tiene su opuesto en un vicio y deseo confrontar a la virtud de la honestidad con el vicio de la hipocresía.

Veo la oportunidad de esta confrontación para ayudar a  esclarecer lo que está sucediendo en cada familia, barrio, colonia, municipio, estado y en México.

No es moralmente permitido entrometerse en la vida privada de las personas y las familias y su actividades privadas, los que lo hace están atrapados por los vicios,  lo que sí está permitido al escrutinio público es la conducta de hombres y mujeres del servicio público y quienes son proveedores y contratistas de las instituciones de los gobiernos.

Mientras que la honestidad está desterrada del sistema educativo más elemental hasta la universidad y sus postgrados y también es desestimada en la vida privada y pública de miles de personas, familias y empresas  y lo más triste y doloroso es que la deshonestidad domina en la mayoría de las acciones de gobierno y es la hipocresía la que llena muchos  espacios de la vida pública, moviéndose como la reina del lugar.

La hipocresía es hija de la falsedad, es el refinamiento de la falsedad, del doblez, de la simulación  y de la mentira. La hipocresía es el vicio encubierto con la máscara de sentimientos puros, nobles y elevados y casi santos.  La hipocresía es un montón de podredumbre asquerosa e insoportables cubierta con capa de fino oro.

Las calamidades que padece el pueblo mexicano como la miseria, la inseguridad, la amenaza, la falta de atención médica, medicamentos y tratamientos, perdida de su patrimonio y vida, carestía, inflación, carestía  bajos salarios, la extorsión, etc. tiene como causa principal la deshonestidad de los servidores públicos y empresarios voraces y codiciosos: Un pueblo vicioso está condenado a la vida miserable y  todas las calamidades tiene su origen en los  vicios de la deshonestidad y la hipocresía.

Si los mexicanos nos volvemos mayoritariamente honestos (virtuosos) pronto sacaremos al país de su retraso y miseria y quitaremos de su trono a los rateros, demagogos y mediocres  que navegan con la bandera de la hipocresía para cubrir sus latrocinios.

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