POR: PEDRO BELMARES O.
Siempre que anochece y estamos dispuestos a dormir, y nos preguntamos ¿habrá un mañana?, pero nunca hay que temer a no amanecer, por que Dios nos tendrá un día más para recapacitar.
Y cuando despertamos y abrimos los ojos, dentro de nuestro corazón agradecemos al Señor por que nos dio la oportunidad de vivir un día más.
En nuestra actualidad, hay personas que agradecen por un día más, por besar y abrazar a sus hijos, hermanos o padres. Cuando algunos les toca marcharse de este mundo, tienen ese privilegio de despedirse de los suyos y se ven con gusto de haber cumplido en esta vida.
Es por eso debemos de agradecer por un día más para amar con todo nuestra alma, un día más para poder reflexionar y pedir perdón a las personas que por nuestro carácter hemos ofendido.
Y si nuestra vida terminara mañana, hay una cosa por la que rezaría al Señor: gracias por todas las cosas que tú me diste en esta vida, gracias por haberme concebido cada día, y cada hora de mi vida.