ROMÁN, UN ALCALDE PEDESTRE Y MARRULLERO
Ni los reaccionarios panistas en sus incursiones a la Presidencia Municipal, actuaron como actuó el marrullero alcalde de Torreón, Román -se enreda- perdón, Cepeda, el viernes 18 pasado, contra los habitantes del Ejido San Luis, a quienes, por manifestarse, les mandó a elementos policiacos, con todo y vehículos tipo Bkack Mamba, de esos que se usan en la guerra, para reprimir violentamente a un pequeño grupo de ciudadanos, que protestaban a un lado del periférico, hecho, que causó el repudio generalizado por parte de la ciudadanía, que consideraron, un excesivo uso de la fuerza un atropello, porque, lo único que exigían, era el uso de aguas residuales para sus cultivos.
En las redes sociales, se pudo observar la violencia con que actuaron los policías, cosa nunca vista en el municipio.
Fuera de los argumentos esgrimidos por el alcalde (que habla y habla como merolico), se supone que tiene, dentro de su equipo, a funcionarios (como la Secretaria del Ayuntamiento, al titular de Atención Ciudadana, al Primer Regidor o a quien tenga más tablas para la conciliación), que pudieron intervenir, para evitar que la sangre lleguara al río. Pero no, él, dio a entender, que quiere sentar un precedente, para que, quienes quieran hacer lo mismo, la piensen dos veces, valiéndole madre el derecho de manifestarse y de expresión. Por eso, se remitió a la ley de vías de comunicación, ya que los ciudadanos ¡siete, en total!, estaban bloqueado una vía de comunicación que afectaba a terceros, cosa totalmente falsa, pues, los manifestantes, se encontraban a un lado de la carretera y su número, no alcanzaba para entorpecer el tráfico.
En el operativo, los elementos policiacos, agarraron parejo, pues también agredieron con violencia a los representantes de los medios de comunicación, a quienes les tapaban las cámaras y los empujaban para que no captaran el atropello.
Al respecto, el marrullero, Román Alberto, a pesar de que en las redes sociales se volvió viral, la violencia utilizada, salió con la “charra”, de que habría que revisar los videos para deslindar responsabilidades, “incluyendo” las agresiones contra los representantes de los medios de comunicación.
Esto, claro que sienta un precedente, pero ¡pésimo!, para un tipo como Román Alberto -se enreda-, perdón, Cepeda, que, como se comenta en las mesas de café y entre miembros de la clase política, no tiene las tablas, ni el sentido de lo que es gobernar un municipio tan complejo como lo es Torreón.
Tan grande le quedó el saco, que, va a cumplir 100 días como alcalde, y sólo se han visto reuniones y más reuniones, pero son nulos los resultados de su incipiente gestión.
Román -se enreda-, perdón, Cepeda, cree que con rollos va a sacar adelante al Municipio. Cree que con reuniones (de todo tipo), va a logra atraer inversiones. Cree que sobándoles la espalda a quienes hacen peticiones o reclamos, va a tener contentos a los torreonenses.
Román -se enreda-, perdón, Cepeda, es un tipo relativamente joven, pero con ideas y prácticas arcaicas, que huelen a éter, a formol y a rancio.
Pero no se puede esperar más, de quien llegó a la Presidencia de rebote, de chiripa o por casualidad. La prueba más contundente de lo que digo, es que, en todos los años que lleva en la política y la administración pública, nunca conformó un equipo, porque es una persona mezquina, individualista y tacaña.
Sus incondicionales, se cuentan con los dedos de una mano, y, todavía así, no llega a los cinco.
Como dice el dicho, lo que mal empieza, mal acaba.
Ejemplos, hay muchos y están, a la vista de todos.