“EL BRONCO”, EMBRONCADO
En su momento, generó muchas expectativas. Hizo muchas promesas. Dijo que haría muchas obras y amenazó con castigar a los corruptos. Todo eso, le permitió que la gente lo apoyara y llegara al poder.
Pero no, no estoy hablando de Andrés Manuel López Obrador; estoy hablando de Jaime Rodríguez, alias, “El Bronco”, que en 2015, llegó a la gubernatura de Nuevo León, como candidato independiente y que, por esa misma vía, se postuló a la Presidencia de la República, en el 2018. Hoy, lo que fue una esperanza para muchos ciudadanos hartos de los políticos, cayó en su propia trampa y ha sido enviado a la cárcel por cometer todas las tapicerías, que dijo, iba a combatir.
En efecto, “El Bronco”, que llegó como candidato independiente a la gubernatura de Nuevo León, hoy está en la cárcel.
Todas las expectativas que generó en su momento, se convirtieron en desilusiones; las grandes promesas que hizo a los votantes, resultaron mentiras; las obras y acciones que transformarían al Estado, terminaron en fraudes y las amenazas de “mochar” las manos a los funcionarios corruptos y ladrones, quedó en fanfarronadas.
Seguramente, Rodríguez Calderón, pase sus últimos años en el penal de Apodaca, que él inauguró.
Una lección, que tuvo como punto de partida, la denuncia que el hoy gobernador de ese Estado, Samuel García, interpuso durante la campaña de Jaime Rodríguez, cuando se lanzó a la aventura, para buscar la candidatura a la Presidencia de la República en 2018, pues, como candidato independiente que quería ser, desvió dinero del erario para pagar a gente que le ayudó a juntar las firmas que la Ley electoral requería, para lograr su propósito, mismo que logró y le permitió competir por la candidatura.
Por cierto, en los debates que tuvieron lugar, entre los candidatos (José Antonio Meade, del PRI; Ricardo Anaya, del PAN y Andrés Manuel López Obrador, de Morena y el candidato independiente, Jaime Rodríguez), “El Bronco”, le echó bronca a Andrés Manuel, por lo que, hay quienes aseguran, que su detención y encarcelamiento, es obra de Obrador. ¿Será? Aunque el Presidente, el día del arresto de “El Bronco”, se apresuró a declarar, que él nada tenía que ver con el caso; cosa que el actual Gobernador de Nuevo León, Samuel García, aprovechó, para asumir que fue él, quién denunció a Jaime Rodríguez, en su momento, celebrando que se esté haciendo justicia.
Que a Samuel García, no se le olvide, que Rodríguez Calderón, quiso hacer lo mismo contra su antecesor, Rodrigo Medina, cosa que quedó en cuento, porque nunca movió un dedo para que el exgobernador pisara la cárcel pero, ¿qué tal, si su sucesor, le haga lo mismo que él, está haciendo con “El Bronco”?
Samuel podrá argumentar que él es honesto, honrado y que lo que le sobra es el dinero. Que no se le olvide que el poder corrompe hasta a más inmaculado y que vuelve loco, hasta al más inteligente.
Esto que sucedió con “El Bronco”, lo debió de haber hecho AMLO, como lo prometió durante su campaña. Sin embargo, no lo está haciendo con los saqueadores de los últimos sexenios, sino contra los opositores a su gobierno. Por eso, se siguen repitiendo los casos de corrupción de una forma descarada.
En Coahuila, con el gobernador, Miguel Riquelme, se está sentando otro precedente, al proceder a detener y enjuiciar, a uno de los funcionarios de la pasada administración, solo por las tapicerías del primer año de gobierno de la segunda administración de Jorge Zermeño.
Todavía falta esculcar los últimos tres años, y, no sólo a él, pues este período se distinguió, por los abusos, el saqueo, las contrataciones de obras y servicios, sin que mediaran licitaciones de por medio, sino las adjudicaciones directas, para beneficiar a empresas de funcionarios o de sus hijos, como quedó demostrado en su momento, con la empresa del hijo de Eduardo Sáenz, encargada del acarreo de basura a los centros de acopio y su posterior depósito en el “Cañón del Indio”, donde se inflación los costos kilométricamente.
Y qué decir del propio exalcalde, Jorge Zermeño, que benefició sus hijos, entregándoles contratos directos a empresas fantasmas. Aquí, hay mucha tela de donde cortar, ojalá, no solo se quede en el caso de Antonio Loera, y caigan, todos los que tengan que caer.
Con esto, el gobierno de Miguel Riquelme, le pone el cascabel al gato, como ejemplo de que no habrá impunidad.
Y todavía faltan, el exalcalde de Matamoros, la exalcaldesa de San Pedro, la de Viesca y otros que están en la mira de la Contraloría.
Así, que vayan poniendo sus barbas a remojar.