Llega la suegra a casa de los recién casados para darles una sorpresa. Llama a la puerta y abre su hija completamente desnuda.
La señora muy sorprendida le dice:
– Pero hija, ¿Qué haces así?
La recién casada le dice a su madre:
– Uy, mamá, es que éste es mi “vestido del amor”.
La madre muy escandalizada le dice:
– Pero… ¡si estás desnuda!...
La recién esposa le contesta:
– Ya, mamá, pero es que cuando viene mi marido, le gusta que me ponga este vestido. Por cierto, márchate que está a punto de llegar.
La mamá, viendo el plan que tiene su hija, decide volver a su casa y por el camino, dándole vueltas al tema decide darle una sorpresa a su marido. Al llegar a su casa se desnuda, se baña, se pone su mejor perfume y espera a su marido.
Cuando llega el marido, al verla desnuda le pregunta muy sorprendido:
– ¿Pero qué haces? ¿Te has vuelto loca?
La mujer le contesta muy coqueta:
– No, es que este es mi “vestido del amor” y me lo he puesto para tí...
El marido le contesta:
– ¡Mmmm, pues entonces plánchalo!.