POR: REDACCIÓN
Torreón, Coahuila.–
En medio de la cuarta ola por el COVID-19 más de 380 mil estudiantes y 17 mil docentes tanto de escuelas públicas como privadas regresaron a clases, lo cual dividió opiniones entre maestros como padres de familias, pues hubo quienes se mostraron a favor y en contra de la medida al considerar que aún no estaban las condiciones dadas para el regreso, mientras que para otros la reactivación era impostergable.
El secretario de Educación estatal, Francisco Saracho Navarro, detalló que serán 2 mil 983 planteles los que regresen a la actividad, de los cuales 896 son instituciones privadas que lograron sobrevivir los estragos de la pandemia, pues decenas de colegios no corrieron con la misma suerte y no pudieron sortear los estragos que dejó en sus finanzas el COVID-19 y debieron cerrar sus puertas de manera definitiva.
El funcionario estatal añadió que para el regreso a clases se capacitó al personal educativo, entre ellos, mil 940 directores y 391 supervisores de preescolar, primera y secundaria. Cabe destacar que el regreso a clases presenciales se llevará a cabo de manera gradual, en la que se tienen contempladas seis etapas para la activación de todo el sistema educativo de manera normal.
Saracho Navarro, confirmó que, tras la realización de una evaluación exhaustiva realizada por la dependencia, y en coordinación con las dirigencias de las secciones 5, 35 y 38 del SNTE, de determinó el regreso a clases de la siguiente manera: mil 342 escuelas de nivel básico y 196 mil 784 alumnos los que retornan en una primera etapa. A detalle: Región Carbonífera 115 planteles y 14 mil 249 alumnos; región Centro 204 instituciones y 32 mil 569 alumnos; región Laguna 435 escuelas y 56 mil 292 alumnos; región Norte 209 centros escolares y 35 mil 920 educandos; región Sur 379 y 57 mil 754 estudiantes.
Se mantendrán a distancia 767 escuelas y 187 mil 483 estudiantes, que trabajarán de la siguiente manera: región Carbonífera 59 escuelas y 13 mil 433 estudiantes; región Centro 95 planteles y 21 mil 817 alumnos; región Laguna 300 y un total de 68 mil 864 educandos; región Norte 61 y 16 mil 017 estudiantes; y región Sur con 252 escuelas y 67 mil 352 alumnos.
Cabe destacar que se estuvo evaluando plantel por plantel, salón por salón a las y los maestros, sus condiciones de salud, si alguno tenía Covid o si estaban listos para el retorno. Asimismo, se revisó la situación de infraestructura de la escuela y los baños, entre otros aspectos, para evitar poner en riesgo la salud de la comunidad estudiantil, primordialmente. De esta manera, continuó el secretario, el Gobierno de Estado ratifica su compromiso con la sociedad y con las familias de continuar avanzando el proceso de enseñanza y aprendizaje sin poner en riesgo a la niñez y juventud en medio de esta pandemia.
Para lograr lo anterior, Saracho Navarro, dijo que se estarán revisando, de manera constante, las condiciones de salud tanto del personal como de los alumnos, así como la limpieza para garantizar instalaciones funcionales, sanitarios eficientes y abasto de agua, además de otras medidas preventivas.
Dijo que, por instrucciones del gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís, cuy compromiso está con las niñas, los niños y la sociedad en general, para garantizar seguridad en todos los planteles, con lo que el retorno seguro está garantizado.
Este regreso será escalonado y en la medida que las escuelas estén listas se convocará a las familias para que lleven a sus hijos al aula. El secretario de educación hizo un reconocimiento al esfuerzo empeñado, a quien junto con su equipo de trabajo y el apoyo de la SE impulsa el desarrollo de los jóvenes, con una educación de calidad y congruente a las necesidades de la industria y empresas.
Finalmente, indicó que se estarán realizando reuniones cada 4 meses con el objetivo de analizar los avances, establecer líneas de trabajo y sumarse en general a la tarea académica.
Mientras tanto, en Durango el gobernador José Rosas Aispuro Torres, anunció que el regreso a clases será escalonado y voluntario, y se estará llevando a cabo un monitoreo constante de las instituciones educativas a fin de ofrecer condiciones seguras tanto para el personal docente como los alumnos que decidan regresar de forma presencial a las aulas.
