ROMÁN, ¿ESTABA PREPARADO PARA SER ALCALDE? 1
Cuando se es un político alcurnia, poco interesa la preparación, ni la formación de un equipo del que se pueda echar mano, cuando la fortuna toca a la puerta y te regala una oportunidad de oro, como conducir los destinos de la ciudad que te vio nacer.
Es el caso de Román Alberto Cepeda.
El hombre ha venido desde, cerca de 20 años, escalando posiciones electorales y de administración pública, casi ininterrumpidamente; no por su gran trayectoria política o burocrática, sino por haber nacido en el seno de una familia adinerada y con antecedentes políticos de altos vuelos: su abuelo, fue Gobernador del Estado, lo que les ha permitido a toda la parentela, figurar en cargos de elección o de la alta burocracia. No es casual, que toda la estirpe varonil de la familia, lleve el nombre “Román”, en honor al patriarca que los ha encumbrado en la política y en la burocracia; muchos de ellos, han sido alcaldes, diputados locales y federales, delegados o funcionarios en los tres niveles de gobierno.
Román Alberto, habría esperado ser Gobernador del Estado, cuando el puesto le quedaba muy grande. Así, que lo regresaron otra vez a la diputación local, y sin la coyuntura que generó el Gobernador, Miguel Ángel Riquelme, en las últimas elecciones, Román hubiera pasado sus tres años en el Congreso, levantando la mano.
Sin embargo, a raíz de los triunfos del PRI, en las dos últimas elecciones, lo pusieron, como a otros perdedores, en la antesala de convertirse en el candidato a la Alcaldía de Torreón -al igual que otros personajes, que ya llevaban dos derrotas al hilo, como dije, la libraron, gracias a los buenos oficios y excelente desempeño de Riquelme.
Fue así, que Román, ganó la Presidencia Municipal. Y, sólo para ilustrar la tragedia de no haber creado un grupo político a su alrededor, es fecha, a un mes de asumir el cargo, que no ha cubierto todos los espacios de la administración.
Por eso, también, tuvo que echar mano de algunos miembros de la iniciativa privada y, sobre todo, de los clanes desgastados, que son cuotas de poder de ex alcaldes, y personajes empoderados desde administraciones anteriores.
Lugar aparte -que ilustra muy bien, esa falta de equipo-, es la importación de personajes foráneo, que ni conocen la problemática, ni a la gente de aquí, ni a la idiosincrasia de los laguneros. Con la mala suerte, de que una de esas personas, viene manchada de escándalos de corrupción, mismos, que fueron dados a conocer, en su momento, por medios de comunicación regionales y nacionales. En el colmo del absurdo, para justificar tamaña pifia, el Alcalde afirmó, que no se siguió el juicio, como si eso, dejara impoluta la honorabilidad de la persona en cuestión. El caso, es que a la mujer, la agarraron, in fraganti, siendo videograbada en el momento en que urdía el fraude que iba a cometer.
Pero así están las cosas en el Ayuntamiento; una administración variopinta, gente que desconoce la dinámica del gobierno y de su administración. Y lo que es peor, funcionarios que no le obedecen al él, sino a quienes los metieron, casi con calzador, en los cargos de la administración.
Tal vez por eso, el propio Gobernador, está más presente en el municipio y marca la pauta en varios rubros, porque no quiere que se caiga el trabajo, que tanto costó construir.
Román Alberto, es un tipo que trae mucho, pero mucho rollo, pero pocas ideas originales, de cómo sacar adelante al municipio.
Con todo y eso, esperamos que le vaya bien, porque si le va bien a él, nos va bien a todos.