Matamoros, Coahuila.-
No hay fecha que no llegue, ni plazo que no se cumpla. Horacio (ra) Piña Ávila, flamante presidente municipal de Matamoros, ya no ve lo duro sino lo tupido; es más, ya no quiere queso, sino salir de la ratonera y, a un mes de finalizar la peor administración, prepara sus maletas para enfrentar a la justicia divina y terrenal.
Y ya lo dijo fuerte y quedito el alcalde electo de aquella ciudad matamorense, Miguel Ángel Ramírez López, se aplicará la ley por parejo, al tiempo de que hizo un llamado a todos los actuales funcionarios que nunca funcionaron, incluyendo a su homólogo ejotito, pónganse a trabajar y cuiden lo que tienen bajo resguardo porque, luego de la entrega-recepción, van a enjuiciar a más de tres.
O lo que es lo mismo, como dijo el también flamante presidente de la república, Manuel López: “Tengan para que aprendan”.
En los primeros quince días del mes de diciembre, Caguamas habrá de definir qué día determinará para dar lectura a su tercer y último informe que ya tiene preparado, está sencillo, corto, sustancioso, directo y concreto: “Todo lo que entró, salió”.
Cuando (ra) Piña estrenó su juguete nuevo que fue la presidencia, llegó muy envalentonado, presentando denuncias y corriendo gente para dar de alta a sus compromisos, incluso, despotricó en contra de aquellas personas que le ayudaron a obtener el triunfo por la llamada cuarta transformación.
No tardó mucho tiempo en que, dada su inexperiencia, incapacidad y voracidad por el dinero (en el rancho se les conoce de otra manera), dio inicio a lo que fue la peor administración municipal que haya tenido Matamoros, poco a poco se fue deshaciendo a pedazos y ahora ahí está visible su gran labor.
Es verdaderamente increíble cómo, en tan sólo tres años, el municipio sufrió un atraso estimado en 15 años, de ello da cuenta y lo afirma quien tomará las riendas de Matamoros, a partir del uno de enero del 2022.
Tráfico de influencias, nepotismo, desvío de recursos, nómina abultada, asignación de obras sin licitación, robo prácticamente en despoblado al no ingresar a tesorería las captaciones económicas generadas en las unidades deportivas, rastro, seguridad pública, plazas y mercados, “impuesto” del melón y la sandía, alcoholes, más lo que se acumule de aquí al último de diciembre.
De antemano en la Auditoría Superior del Estado, ya están cambiando las sábanas y preparando la cama al ejotito para recibir las denuncias en su contra y fincarle las responsabilidades legales, porque, según los que saben, el faltante y adeudos superan ya los cien millones de pesos.
Por eso, cuando llegues a ser funcionario o entres al servicio público, fíjate a quién pisas cuando subas, porque de bajada te los vas a encontrar y, seguramente, el recibimiento no será del todo positivo, tiempo al tiempo.
En este operativo contra la corrupción, están involucrados síndicos, regidores y hasta los directores de primer nivel a los que también les tocó al momento de repartir los “extras” para aprobar los informes financieros mensuales, trimestrales y anuales de (ra) Piña.
Acuérdense que, en una ocasión, los regidores hicieron montón, se pusieron de acuerdo para votar en contra de los informes mensuales y trimestrales, pero como cae más pronto un hablador que un cojo, en cuanto les llegaron al precio, le autorizaron todo lo que proponía Lacho.
Ya lo dijo siempre el finadito Fidencio Treviño, de ese pelo están las cosas en Matamoros.