POR: ABEL ALCALÁ H.
Partimos del hecho que tenemos vida y también de que la vida que tenemos no está terminada, terminarla o transformarla a una vida lograda esa es la tarea más importante de todos los seres racionales.
Una de las explicaciones más sencillas y reales de vida es la que dice: donde hay movimiento por sí mismo hay vida o todo los que se mueve por sí mismo tienen vida, luego los seres vivientes racionales son dinámicos y tienen una finalidad para cada movimiento deliberado que realizan.
Todos los seres racionales portan en su naturaleza facultades potenciales que les van a permitir desarrollarse o transformarse en lo que su vocación les induce tanto en la esfera individual como en la social.
Como la persona humana de manera individual no puede darse a sí misma todos los medios para perfeccionamiento, su propia naturaleza lo obliga a asociarse con sus semejantes para tratar de subsanar esas carencias y alcanzar sus metas, objetivos y finalidad en esta vida en comunidad.
Ante esa realidad de carencias individuales los seres humanos se asocian en familia, en empresas, en colonias, en diversos de organismos e instituciones, en partidos políticos, en municipios, estados y países para darse el ambiente y los bienes materiales e inmateriales que les faciliten lograr una vida digna y realizarse los más plenamente posible.
Es así que poco a poco se van inventando formas de organización social hasta llegar a las actuales donde imperan las constituciones políticas que a través de leyes reconocen y garantizan derechos y obligaciones para los habitantes del país, estado y municipio.
En base a esa constitución política se da una gran división entre los habitantes del país, estado y municipio que se denomina gobernantes y gobernados.
Es de conformidad a la propia constitución, en el caso de México, que el gobernante es el pueblo y los gobernados son quienes ocupan los cargos políticos que les asigno el propio pueblo. Deducir lo anterior es fácil: el pueblo es más libre que quien es empelado o está al servicio del pueblo.
Sin embargo en la democracia imperfecta que tenemos y los niveles de ignorancia y miseria es muy fácil que individuos o grupos de individuos que no gozan de los méritos y virtudes necesarias accedan a los cargos políticos de cualquiera de los niveles de gobierno y mañosamente se quieran convertir en gobernantes.
Cuando sucede lo anterior el pueblo empieza a sufrir los más graves atropellamientos, ataques, agravios, abusos de poder es su persona, patrimonio, trabajo y actividad empresarial y se compromete la impartición de justicia, la paz y el acceso a los bienes comunes que le pertenecen a la población (gobernante)
Es utilizando la demagogia como esos individuos quieren mantener al pueblo engañado y usan el dinero del mismo pueblo para someterlo con dádivas, amenazas y corrupción.
Y todas las supuestas transformaciones no son más que cuentos fantásticos y trampas para tratar de seguir usurpando el poder que le pertenece al pueblo.
Ante esa perversa situación lo más seguro es que suceda lo siguiente: “Majestad, en su sueño usted vio una estatua muy grande frente a usted. Era una estatua enorme y muy brillante pero su aspecto causaba terror. La cabeza de la estatua era de oro. Los hombros y los brazos eran de plata. El vientre y los muslos eran de bronce. Las piernas eran de hierro y los pies eran en parte de hierro y en parte de barro. Mientras la miraba, una roca se desprendió sin que nadie la moviera y golpeó a la estatua en sus pies de hierro y barro y los pulverizó. En seguida, todo el barro, el hierro, el bronce, la plata y el oro se despedazaron y se volvieron polvo” Daniel 2:31-4. Lo anterior sirva de advertencia a los enemigos del pueblo para señalar la vulnerabilidad y fragilidad de sus supuestos cambios, que a pesar de tener una apariencia fuerte y sólida, están cimentadas en falsedades y corruptelas y destinados a volverse polvo.