AMLO EN LA ONU; RÚSTICO E INGENUO
No se podía esperar más de AMLO en su participación, el lunes 8, en la Organización de las Naciones Unidas, como Presidente del Consejo de Seguridad.
Ahí mostró el Presidente, que nunca ha estado a la altura de su investidura, simplemente, porque no es un hombre de Estado.
El Presidente no sabía a lo que iba. Peor, sus asesores, tampoco se lo dijeron.
AMLO creyó, que estaba en la Organización de la Naciones Unidas para la Agricultura y la Seguridad Alimentaria.
Aunque comenzó rasgándose las vestiduras en torno al combate a la corrupción -cuando, en este rubro de su gobierno, no ha podido dar resultado alguno, por el contrario, este flagelo, no solo sigue azotando al país, sino que se ha agudizado, pues, dentro de su gabinete, hay muchos corruptos que viven en la opulencia y se siguen enriqueciendo. Como ejemplo, tenemos la ostentosa boda del ex jefe de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Santiago Nieto, quien se casó con la Consejera del INE Carla Humphrey en una ceremonia con 300 invitados en La Antigua, Guatemala.
La boda fue un escándalo, de principio a fin, puesto que, propició la renuncia o despido de la Secretaria de turismo de la Ciudad de México, el decomiso de 30 mil dólares a uno de los invitados, lo que obligó a Nieto a renunciar, ante el enojo del Presidente, que sí ha tolerado otros escándalos mayores, como la entrega de dinero en efectivo a dos de sus hermanos de forma furtiva o los excesos de sus hijos mayores, entre otros escándalos de tráfico de influencias y corrupción.
Pero, como decía, en vez de hablar de seguridad, poder y conflictos entre las naciones, se quiso lucir, hablando de la Transformación, que tiene que ver, con acabar con la desigualdad.
Esto, poniendo por delante a los pobres, a costa del dinero que tienen los ricos y las grandes empresas multinacionales -cosa que no ha podido hacer en México, después de tres años de gobierno.
Para ilustrar sus ideas, puso de ejemplo sus programas insignia: “Jóvenes Construyendo Futuro” y “Sembrando Vidas”, los programas más opacos que no se han podido medir sus resultados, objetivamente.
Plantear que los hombres más ricos del mundo, destinen a este proyecto, el cuatro por ciento de sus utilidades, al igual que las empresas multinacionales, para solventar este programa, fue una demostración de supina ignorancia.
Y ahí no paró. Propuso que esos recursos, se hicieran llegar directamente a los beneficiarios, a través del Banco Mundial y otros organismos internacionales, a través de una tarjeta, tal y como se hace en México, utilizando a los servidores de la Nación, que son empleados del gobierno. ¡De locos!
Pero AMLO no predica con el ejemplo, pues en México, no ha aplicado esa política, de quitarles dinero a los ricos, para dárselo a los pobres. ¡NO! Por el contrario, los apapacha (a los más adictos a él y a los que le han proporcionado millones de pesos para sus obras faraónicas)
Para poder sostener sus programas, ha recurrido a la desaparición de programas muy efectivos para esos pobres (guarderías, refugios para mujeres maltratadas, el INSABI, abasto de medicamentos para niños con cáncer, entre otros), así como recortes presupuestales, a diestra y siniestra, poniendo en serios medicamentos a los estados, municipios, instituciones de salud, de investigación, entre muchas otras medidas “draconianas”, que están consumiendo al país, hacia el desfiladero.
Por eso, en México, casi pasó desapercibida su flamante participación en ese foro mundial.
Y es que AMLO, se equivocó de evento y de lugar, así se lo hizo saber el representante Chino, quien le dijo que en ese foro, “la conversación entre potencias, el principio de igualdad entre soberanías nacionales es consustancial a los acuerdos”
Que, “...la idea de imponer obligaciones globales, desde fuera de sus soberanías, era simplemente... estar en la ventanilla equivocada”
¡Cuánta razón tuvo Ricardo Anaya, cuando en uno de los debates por la Presidencia, le espetó a López Obrador: “...Andrés Manuel, el problema no es tu edad, son tus ideas viejas...” “...el problema no es que no sepas inglés, es que no sabes nada”
“Tu problema, Andrés, es que no entiendes el mundo”.
A lo que AMLO contestó: “Ricky, rickin, canallin”
Ahora entendemos, por qué, AMLO no pasará a la galería de los hombres más ilustres, sabios y famosos de México.