POR: REDACCIÓN
Torreón, Coahuila.–
Es urgente concretar el proyecto Agua Saludable para La Laguna, pues “ya no tenemos agua ni son arsénico”, por eso es urgente que el presidente emita un decreto y lo declare como un asunto de seguridad nacional, con lo cual, ya no habría impedimentos ni legales ni de ningún tipo para llevar a cabo este megaproyecto que dotaría de agua a la región durante los próximos 40 años.
Sin embargo, dijo en entrevista con Sin Censura el activista Juan Carlos Parga Torres, la construcción de la planta potabilizadora en la que se invertirían más de 10 mil millones de pesos está comprometida debido a “mezquinos intereses tanto de personajes políticos como de ambientalistas maiceados que buscan sacar beneficio personal de un asunto que concierne a todos”.
Como se recordará, el proyecto nació como una alternativa planteada por el presidente Andrés Manuel López Obrador a la escasez de agua que se vive en la región lagunera de Coahuila y Durango, que debido a la sobre explotación de los mantos acuíferos enfrenta una grave situación de hidroarsenicismo, metal que al consumirse por periodos prolongados de tiempo provoca varias enfermedades, entre ellas, varios tipos de cáncer.
Ya no es un secreto que la presencia de arsénico en el agua que fluye por las redes de abastecimiento de los municipios de La Laguna excede, por mucho, los parámetros establecidos a nivel internacional y por la Norma Oficial Mexicana. Al respecto, Parga Torres precisa: “La CONAGUA ha reconocido que más del 90 por ciento de los pozos que abastecen a la región tienen arsénico, por eso es urgente que se concrete el proyecto y se deje se seguirle el juego a una serie de vivales que buscan beneficiarse”.
El activista detalló que incluso hay intereses que obstruyen la concreción del proyecto para sacar raja política, entre ellos, señaló al alcalde de Lerdo, Homero Martínez, “que sabemos que ha llevado gente de los ejidos La Loma, San Jacinto, Santa Anita, entre otros, y la gente está con miedo y piensa que la van a perjudicar, pero es porque están siendo mal aconsejados por gente que quiere beneficiarse política y económicamente del proyecto”.
Sin embargo, el entrevistado señaló que los beneficios del proyecto son considerablemente mayores, “por eso estamos pidiendo que de una vez se emita el decreto y que se haga a un lago a las gentes que se acostumbraron al dinero fácil, y que estaban acostumbrados a recibir millones para su propio beneficio, tanto ambientalistas como ejidatarios y políticos, pero como ahora no hay nada de eso entonces se están oponiendo a la planta que será de gran beneficio para La Laguna”.
En ese mismo sentido se pronunció el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien, al nombrar a Gabriel García, senador con licencia, como responsable del proyecto Agua Saludable para La Laguna, afirmó que alrededor de la potabilizadora existen “intereses creados, (y) aunque parezca increíble (y) son obras buenas en beneficio de la gente que tienen que ver con la salud del pueblo, hay opositores, hay politiqueros que quieren sacar raja siempre”.
Por ello, el ejecutivo federal destacó durante el nombramiento de García, uno de sus principales operadores políticos, que viene con la encomienda de hablar con “todos los protagonistas, campesinos, agricultores, empresarios, autoridades ejidales y municipales, gobernadores, para llegar a un acuerdo y que de ninguna manera se detenga la obra”.
El mandatario afirmó que ya se tienen contemplados los recursos federales para la construcción de esta mega obra que se espera terminar durante el 2023, y que estaría abasteciendo de agua a la región durante por lo menos las próximas cinco décadas, de ahí la importancia de hacer un lado los intereses particulares y cristalizar un “proyecto que es importantísimo y que tiene que ver con la salud, porque tanto en La Laguna de Coahuila y Durango, hay una sobreexplotación de los mantos acuíferos, y se extrae agua contaminada con arsénico”, que, como ya mencionó, causa enfermedades severas, entre ellas, varios tipos de cáncer.
Finalmente, Parga Torres reafirmó que aparte de un problema de salud pública, también es urgente encontrar una fuente alternativa de suministro, “porque ya no tenemos agua, ya no tenemos más agua ni con arsénico”, concluyó.