Torreon, Coah.
Edición:
09-Dic-2024
Año
21
Número:
930
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LA SANTA MUERTE / 802


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Por:
Pedro Belmares O.
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31-10-2021
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Edición:

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POR: PEDRO BLEMARES O.

Es todo un misterio hablar de ella. Pero quien la conoce y quienes le han pedido saben que no es un juego, si  niegas un favor que le pediste, saben que te puede quitar hasta la vida.

LA SANTA MUERTE, me han contado esta historia que me he que dado perplejo, que los que le piden no la pueden engañar, lo que tú le pides se te dará.

El culto a la Santa Muerte se ha extendido de tal forma en México que, quienes lo profesan, han decidido no ocultar más su fervor y han puesto altares en la calle para que cualquiera que requiera su ayuda pueda invocarla. Sus promotores la presentan como una entidad espiritual que ha existido siempre, desde el principio de los tiempos hasta nuestros días, por lo que maneja una energía denominada la energía de la muerte, capaz de materializarse en una figura que concentra tanto la fuerza, creadora como la destructora del universo, según ellos.

El creyente a este culto aprende pedirle y asimismo hacer su altar, que pueden ser desde imágenes consagradas y figuras.

Para sus devotos, la señora, como la llaman afectuosamente, es capaz de aparecerse y manifestarse corporalmente o imprimir sus imágenes en diversos lugares, narran las intervenciones milagrosas, en las que la santa muerte los ha librado de múltiples peligros y les ha ayudado a resolver problemas complicados.

La historia que me contaron me erizó los pelos, es de un barrio de Gómez Palacio. Una señora muy fiel a la santa muerte, en una ocasión le levantaron a su hijo, ya jamás supieron de él. Esta señora era hermosa, con una cabellera muy abundante, todas las mujeres del barrio la envidiaban por su cabellera; ella estaba angustiada por su hijo.

Aquella mujer fue hacia al altar de la santa muerte donde la veneraban, y dijo en voz alta: yo te ofrezco mi hermoso cabello, a cambio, tú me entregas a mi hijo. Así pasaron varios días, y los mismos lugareños hallaron el cadáver de un muchacho, lo que hicieron es que fueron a decirle a aquella mujer, al saber ella fue tanto su enojo que maldijo a la santa muerte.

Después de semanas la señora iba perdiendo su cabello hasta quedar completamente calva, ya nadie la reconocía, después envejeció, al final murió. Pero yo me imagino que historias como estas ha de haber muchas, por eso México es rico en misticismos y en creencias, más allá de que crean o no, nuestra cultura y costumbres no se comparan con ningún país.

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