POR: ABEL ALCALÁ H.
La fe y la ley son dos sucesos que acompañan al hombre y a los pueblos desde antiguo y de acuerdo a la relación que guardan entre ellas en el devenir histórico nos encontramos con épocas gloriosas para la humanidad y tiempos dolorosos y opresores para mil de millones de seres humanos.
Si los hombres y los pueblos desean vivir períodos largos de buena vida y de paz mundial debe estar muy atento para cuidar que no se pierda la fe en la ley, pues se abre la puerta a las peores calamidades para todos pueblos.
Las personas como los pueblos tienen la capacidad de desarrollar la fe, la fe es natural a las personas, hablar de ella para conocer su importancia en la vida social es fundamental.
La fe es algo natural para el ser humano y algo de primera necesidad. Podríamos decir que es una fe inconsciente, y desde luego no razonada, pero en esa primera etapa de la vida es la fe que necesita y la que le sirve para poder vivir, crecer y afianzarse en este mundo.
Como ejemplo de la fe podríamos hablar de muchos casos, ya que el ser humano tiende a creer en algo en lo que pueda aferrarse para sentir una sensación de calma y tranquilidad frente a un evento que ocurra o frente a los problemas que se enfrenta cada día. También puede hacer referencia a una sensación de positivismo y sensación de certeza.
Por la fe natural tenemos la creencia que mañana aparecerá el sol; que la tierra seguirá girando; que al terminar octubre llegará el mes de noviembre., etc., luego viene la fe moral que consiste en tener credibilidad, convicción, certeza, seguridad, firmeza, convencimiento total, esperanza segura, garantía y veracidad en las personas y sus obras, en la fe natural y moral no hay coercibilidad. Nadie me obligo para aceptar a mis padres como mis progenitores ni los maestros me amenazaron para creer que las tablas matemáticas eran verdaderas.
La fe moral es fundamental para mantener la armonía, concordia, paz, solidaridad y buenas relaciones entre los miembros de la comunidad entre si y entre sus autoridades y todas las instituciones al servicio de las personas.
El segundo suceso es la ley, todas las leyes para las relaciones sociales y personales son fabricación del hombre, ejemplos: código de Hammurabi; código de draco; ley de talión, derecho romano, habeas corpus, etc.
Las mismas constituciones políticas de los estados unidos mexicanos es de fabricación humana y sus legisladores en cada una de ellas no veían por los más altos intereses del pueblo, al contrario la volvían instrumentos contra sus enemigos políticos, religiosos, económicos, de secta, y contra de los derechos humanos a fin de allegarse privilegios de grupo o mafia.
La constitución política que padecemos actualmente los mexicanos reúne entre su articulado las perversiones y amenazas de lesa humanidad y quienes la fabricaron plasmaron su sello de odio y destrucción.
Lo siguientes es que los jueces la apliquen, es aquí donde se da la relación de fe y ley. El pueblo debe conocer la ley y le invito a realizar el siguiente experimento de manera virtual; entreguemos constitución actual a escuelas primarias secundarias, preparatorias, profesionales y profesionales del área jurídica y luego preguntemos si al leer la constitución les quedan claras sus disposiciones, si no hay confusión o contradicción entre sus articulo; si ellos son capaces de interpretarla, si es necesario volverse un experto para entender su contenido, si es accesible a cualquiera mexicano, si está claro en la constitución que los gobernantes no son los dueños del pueblo ni de su patrimonio, ni de su futuro. etc.
Es penoso y muy grave que la ley máxima que gobierno un pueblo sea desconocida por el 90 % del pueblo además de otros 5% que la conoce no la entiende. Sin mencionar que hay otras tantas leyes ordinarios en la federación y los estados.
Una ley que no despierta la fe moral en ella no es ley, es una imposición.
El pueblo reclama y exige hombres y mujeres virtuosos al 100% para no solo impartir justicia sino lo fundamental sembrar en el pueblo la fe absoluta en la aplicación de leyes justas y protejan los derechos del pueblo.
Qué porcentaje de mexicanos tendrá fe, seguridad, veracidad, confianza que los miembros del poder judicial aplicaran las leyes de manera imparcial y expedita: una buena relación entre fe y ley ahorrará a los mexicanos infinidad de calamidades. Usted lector dice la última palabra.