Matamoros, Coahuila.-
Al continuar la cuenta regresiva para que concluya la peor administración que ha tenido Matamoros, tal parece que se le quitó lo hablador y hocicón a Lacho caguamas y compitas que lo acompañan, ahora andan muy “pajitas” y cuidan mucho de no meterse en broncas para ver si así la pueden medio librar con todo el millonario desvío de recursos que traen a cuestas.
Recordarán mis tres lectores, que cuando el ejotito entró de jefe de la comuna, se sintió intocable y, al envalentonarse, al momento por recomendaciones de su ex amigo José Luis Montes “Pendejaso”, se fue a Saltillo, para presentar una denuncia en contra de su antecesor Juan Carlos Ayup, por un supuesto desvío o incumplimiento de pago ante el SAT, por unos ocho millones de pesos.
También, el caguamas empezó a gritar a los cuatro vientos, que no iba a solapar ninguna triquiñuela anterior y que denunciaría cualquier anomalía que encontrara a su paso, sobre todo a nivel de las finanzas públicas.
Conforme pasaban los días y meses, Lacho empezó a ver lo duro y tupido porque el engrudo se le hizo bolas, es decir, el primo Beto se sintió el “jefe” del municipio y fue quien mandaba, decidía y giraba órdenes a todo el que trabajara en presidencia municipal, para que se sometiera.
Se acuerdan cuando hizo todas las gestiones para que el cabildo aprobara una sub agencia distribuidora de cerveza, la cual quedó con un presta nombres, cuando todo mundo sabía que era propiedad del primo Beto, quien ahora sus redes las extendió hasta el municipio de Viesca, donde, en contubernio con la alcaldesa Nadia Jaramillo y el botasmiadas Óscar Jaramillo, se llevan extraordinarias ganancias en la distribución y venta del etílico.
Ya en su momento haremos un recuento minucioso de todo lo sucedido durante los últimos tres años en Matamoros, el desorden administrativo, político, social y económico que dejará en claro lo rapaz que es y ha sido Lacho caguamas, lo bueno que salió para el dinero.
Quién no se acuerda aquella frase que también hizo famoso a Lacho: “es herencia, es herencia”, refiriéndose a las supuestas anomalías que encontró y que le dejó Ayup Guerrero.
Pues bien, a la vuelta de tres años, el ejotito deja en claro que escupió para arriba y sus giros, gallinas y guajolotes le caen en la mera cara y sabe que podría ir a la cárcel, tomando en cuenta que, si a Lipe Medina lo encerraron por menos de quinientos mil pesos, al actual alcalde le darían cadena perpetua, lo inhabilitarían como funcionario público y peor aún, como quiropráctico o sobandero en caso de prosperar las denuncias que, por desvío de recursos, fueron presentadas por sus regidores allá en dependencias de la capital del estado de Coahuila.
Enójense las comadres y díganse las verdades, la rapiña anda a todo lo que da, Lacho caguamas le bajó de yemas y no encuentra dónde meterse, es más, le echa porras al gobernador Miguel Riquelme, agradeciéndole todo el apoyo recibido y, con decirles, que hasta le mandó felicitación por su cumple, a ver si así se conmueve y poder llegar a un arreglo político para que no lo metan a la cárcel.
Pero, eso no queda ahí, porque acordáos, hijos míos, que los regidores y síndico de Morena, los que entrarán en la próxima administración, se van a ir con todo contra Horacio (ra) Piña, a quien de traidor y corrupto no lo bajan.
En el remoto supuesto de que Miguel Ángel Ramírez, alcalde entrante, se conmueva y no le busque fincar responsabilidades al caguamas, seguramente lo harán los morenos y el 99 por ciento de los matamorenses, ya ven que en cuando (ra) Piña se quiso reelegir, apenas 5 mil 500 le dieron el voto y eso que no les quedaba de otra porque los corrían, eran empleados de presidencia y sus familias.
Pobre Lacho, no la supo hacer y se imaginan lo que estará pensando el “gran ídolo” del rey de los deportes, a quien, por cierto, ya estaban planeando cambiar el nombre de las Vegas de Marrufo por el de Horacio “Ejote” Piña, de ese pelo las cosas, dijo el finadito Fidencio Treviño.