POR: ABEL ALCALÁ H.
Seguramente hemos escuchado y leído muchas hipótesis que intentan explicar la causa o causas de la situación lamentable por la que atraviesa la Laguna de Coahuila y Durango en temas como el agua para las familias, la seguridad en la vida y patrimonio de las personas, la calidad de los servicios públicos, la seguridad social en la atención médica, hospitalaria, medicamentos, el cuidado del medio ambiente, etc.
Ahora yo deseo compartir con ustedes mi hipótesis (explicación provisional de los fenómenos observados) que desea exponer el por qué hemos llegada a esa lamentable y penosa situación en la Laguna; hipótesis: “La Laguna de Coahuila y Durango han llegado a una situación penosa y lamentable en su vida social que pone en riesgo su estabilidad próxima y su existencia a largo plazo debido a que los laguneros con su actitud de ingratitud han vuelto estéril la tierra”.
El único ser sobre la tierra que tiene la capacidad con su obrar de hacer el bien o el mal es el hombre, luego es así que los laguneros con su actitud de ingratitud obran mal y la consecuencia es que vuelven infecunda su región.
Obrar mal es actuar con maldad, también implica contravenir deliberadamente los códigos de conducta, moral o comportamiento oficialmente correcto u ortodoxo, es conducirse con ingratitud, con avaricia, con codicia, egoísmo, para acumular poder y dinero en daño del prójimo y del medio ambiente es decir, vuelve estéril la tierra.
La persona ingrata no reconoce, valora o agradece los favores o las ayudas que recibe tanto de sus padres, familiares, amigos, la sociedad y su ambiente.
Han roto y se divorciaron de sus antepasados, ya no les importan los pioneros que forjaron a la laguna con generosidad, visión., desprendimiento, entrega de su persona y sus bienes, reales servidores del bien común, entregados a la causa de hacer el bien y el evitar el mal a los demás.
Se olvidaron que la madre tierra dotada de innumerables bienes por la voluntad Divina da el sustento a la comunidad de personas para el desarrollo y progreso de cada uno de ellos y de la sociedad en general.
Cayeron en los vicios de la sobreexplotación, el abuso y mala disposición de los productos e insumos de la tierra y la volvieron estéril.
Todo lo que hace el hombre, bueno y malo, tiene consecuencias en su actual y futura comunidad pues todos los seres humanos estamos concatenados y las obras buenas como las malas tienen un efecto de acumulación y es así que hay generaciones que gracias a las obras buenas de sus tatarabuelos, abuelos y padres actualmente gozan de bienvivir y progreso con dignidad, en tanto que hay otras comunidades, el caso de La Laguna, que por malas obras de una o dos generaciones anterior están penando por los daños y perjuicios que heredaron.
Puede ser que a generación actual de laguneros no sea responsable de esos males y sin embargo están cargando con la pena, el siguiente ejemplo ayudará a dar claridad a lo dicho; hay padres que llevaron una vida desordenada y viciosa y al procrear hijos estos cargan la pena de un mal hereditario, los padres son los responsables de obrar mal y sin embargo los hijos cargan con la pena del mal.
Los laguneros en la actualidad cargan con la pena de la lamentable y aguda acumulación de males originados por actitudes ingratas de generaciones pasadas, que afectan la buena vida de las personas y familias, impidiéndoles disfrutar del derecho a su realización y trascendencia.
Desafortunadamente a esa situación ominosa que padecen los laguneros hay que agregarla que algunas autoridades políticas y determinados grupos de empresarios, obrando con ingratitud, siguen usando la mentira y la simulación para tratar de conservar sus privilegios que dañan al orden social sin importarles el futuro de la Laguna.
Solamente una actitud de gratitud y solidaridad en cada uno de los laguneros ayudará a superar esta penosa crisis, aceptemos cada uno nuestra responsabilidad y obremos bien.