POR: LA COMADRE
Que Chávez Rossique, no se ha podido librar del proceso penal que se le sigue desde hace casi 10 años
Se acuerdan del pedante y soberbio Pablo Chávez Rossique, aquel pelafustán y presumido personaje que se creía dueño del municipio de Torreón cuando fue tesorero en la administración de Eduardo Olmos.
El mismo payaso que recorría los parquímetros del centro para recabar él mismo la morralla, porque no le tenía confianza a nadie, y, para él, todos eran ladrones.
El mismo que se subía a las rutas de transporte para invitar a los ciudadanos para que pagaran sus impuestos y derechos al Municipio.
El mismo fantoche que se creía más que el Alcalde y que metía mano en todas las dependencias, poniendo y quitando recursos discrecionalmente y que, de las requisiciones que le llegaban, él compraba directamente porque no confiaba en los titulares.
El mismo que, se comentó en su momento, que había adquirido un rancho en el Estado de Chihuahua, que incrementó su colección de carros antiguos y compró terrenos aledaños a Galerías.
Pues este mequetrefe, aún sigue con la demanda penal, que, originalmente, estuvo preso 13 días, todo por su soberbia, pues desestimó a dos ciudadanos, a los que no les quiso regresar 725 pesos a uno, y 7 mil 500 a otro, por concepto de devolución del impuesto sobre la adquisición de inmuebles (ISAI).
Por lo que el proceso no ha concluido, por lo que, a nueve años, el exfuncionario sigue su proceso legal. "No se ha concluido, sigo peleándome con la Corte, finalmente ya sé que eso es como si hubiera vivido la sentencia que me pusieron, de 10 años, afuera", comentó para El Siglo de Torreón. Discrecionalidad y opacidad en los municipios laguneros
Que, si por algo se han caracterizado los municipios de La Laguna, ha sido por la discrecionalidad y la opacidad en el manejo de los recursos públicos.
Como si fueran propios, los alcaldes han hecho uso y abuso del manejo de éstos.
Sin licitaciones de por medio, por simple invitación directa, entre todos, han ejercido, solo Torreón, Gómez Palacio, Lerdo y Matamoros, más de 70 millones de pesos, entre 2019 y 2020. Sin contar a San Pedro, Francisco I. Madero y Viesca.
Solo en Torreón, de 393 contratos, solo 3, fueron por licitación pública, 98 por invitación y 292 por adjudicación directa
En los demás municipios, esta fue la regla, por lo que los alcaldes electos, deberán poner la lupa en los cientos de millones que se ejercieron de manera irregular.
No les extrañe, que una vez terminadas las administraciones actuales, veamos a una caterva de nuevos millonarios, comenzando por los alcaldes salientes.
Narco elección por línea de AMLO
EL PAGO DE FAVORES A QUIRINO
Por Héctor De Mauleón
La noche del 5 de junio de 2021 más de cien personas fueron secuestradas en Culiacán, Sinaloa. La misma noche, en unas horas.
Todas ellas fueron arrancadas de sus casas, a la vista de sus familiares.
Hombres encapuchados y con armas largas rompieron las chapas y las sacaron a la calle semidesnudas, algunas en calzones.
Las subieron a camionetas. Les cubrieron el rostro con cinta canela. Las amenazaron, las golpearon, las interrogaron.
Quiénes eran sus jefes, quienes formaban parte de su estructura, donde tenían el dinero con el que iban a pagar la comida de los funcionarios de casilla y con qué iban a movilizar a las bases para acarrearlas a las casillas.
Hay fotos en las redes sociales que muestran las chapas quebradas, las puertas rotas.
Son recuerdos de la elección en Sinaloa.
Conté en esta columna lo que ocurrió esa noche. Gente del Cártel de Sinaloa “levantó” a los operadores electorales del PRI y los condujo a casas de seguridad ubicadas en distintos puntos de la ciudad.
Muchos de ellos, alertados por sus jefes inmediatos, se habían encerrado en sus casas. Pero la medida fue inútil. Al secretario de Operación Política de ese partido lo fueron a sacar de su mismo domicilio. Tenía los datos, los nombres, las direcciones de sus colaboradores.
Todo eso se lo sacaron a golpes.
Les preguntaron: “¿Quién es tu jefe? ¿A dónde ibas? ?¿Con quién estabas?¿Quién te estaba esperando? Dime nombres o no la cuentas”.
La misma versión recogió el semanario “Riodoce” en un extraordinario y valiente reportaje del periodista Ismael Bojórquez. El reportaje de Bojórquez contó cómo este cártel fue por el poder total en Sinaloa.
Y así ocurrió. Todas esas familias y todas esas personas fueron violentadas. Formaban parte de la estructura electoral del PRI. Las cazaron en las calles, en las esquinas, en sus propias casas.
El objetivo era que no pudieran operar electoralmente al día siguiente.
Los encargados de esa labor fueron miembros del Cártel de Sinaloa, que dirígeles los hermanos Guzmán: Archivaldo, Jesús Alfredo, Edgar y también Ovidio: el personaje central del llamado “Culiacanazo”, todos hijos del célebre Joaquín Guzmán Loera, conocido como El Chapo: el lider histórico del cártel.
A los secuestrados los soltaron una hora antes del cierre de casillas en una carretera, y les dieron cien pesos para que volvieran en taxi a sus casas.
Nadie abrió una investigación. No hubo una institución interesada en aclarar lo que había ocurrido. Por el contrario, desde el gobierno del priísta Quirino Ordaz se giró la instrucción de guardar silencio sobre lo ocurrido. No importó que los secuestrados fueran miembros de su propio partido.
Esas personas -hay que recalcar: más de cien, tal vez doscientas según otra fuentes- no tuvieron justicia.
Relaté en esta columna cómo no hubo en todo el estado un solo abogado interesado en interponer una denuncia. De ese tamaño son las cosas allá en Sinaloa.
Viajé a Culiacán. Hablé con varios de los “levantados” aquella noche. “Solo no nos asomes”, dijeron.
Todos ellos confirmaron lo ocurrido la noche del 5 de junio y la jornada del día 6, cuando el Cártel de Sinaloa operó para que en el estado arrasara Morena.
Todos ellos confirmaron que desde el gobierno de Quirino Ordaz la instrucción fue guardar silencio, dar vuelta a la página.
Pasó el “Culiacanazo”, donde por órdenes del presidente de México Ovidio Guzmán fue liberado, pasó lo que se quiera: el saludo de López Obrador a la mamá del Chapo, la eleccion en que, con la probada intervención del crimen organizado en los municipios sinaloenses, arrasó Morena...
Y luego pasó el anuncio, hecho por el presidente Lopez Obrador de que el priísta Quirino Ordaz sería el nuevo embajador de México en España.
En la política no hay casualidades y vaya usted a saber lo que esto signifique.
Pero ahí están juntos los hechos.
Que cada quien haga su lectura.
Hasta aquí la columna de Héctor de Mauleón. Después de leerla, ¿te queda alguna duda de de que el gobierno de López Obrador es un narcogobierno?
¿Todavía dudas de que el peje proteja y solapa al narco?
¿Porqué crees que haya abrazos y no balazos para los delincuentes?
Ante esta situación que se vive en nuestro país, ¿todavía dudas de que el narco imponga al próximo presidente aplicando el terrorismo a nivel nacional el día de la elección?
Esta vez fue en varios estados, con el poder que están adquiriendo y el apoyo del gobierno de Morena en 2024 pueden aplicar esta misma táctica en todo el pais.
De igual manera, el fondeo a los programas de política social del gobierno se están incrementando exponencialmente a niveles peligrosos para el 2024, año en que el aumento de las pensiones y del servicio de la deuda, así como el rescate de PEMEX y CFE, serán de tal magnitud de que el gobierno no tendrá recursos para subsanarlos.
La contratación de deuda por parte del gobierno de López Obrador ya es superior a la que contrataron Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto juntos, durante sus sexenios.
La reforma fiscal que se requiere para cubrir el gasto del gobierno, no solo obligará a gravar alimentos y medicinas, sino que la base tributaria, sufrirá los coletazos de las pésimas decisiones del gobierno.
El próximo año, se recrudecerá la falta de ingresos para el gobierno y si se cae el precio del petróleo, entonces, estaremos ante un gobierno en quiebra.