POR: SAMUEL CEPEDA TOVAR
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Dentro de la categoría de la clasificación de la información, hay dos subcategorías, la reservada y la confidencial; la primera se usa para proteger temporalmente información gubernamental y la segunda, para proteger datos particulares en poder de organismos gubernamentales. Dentro de la reservada podemos entender que hay información que pudiera dañar el interés público, la seguridad nacional, la seguridad pública o las relaciones diplomáticas, por lo que debe haber cautela en estos temas y desde luego no puede ser pública por un tiempo hasta que las causas que dieron origen a su reserva expiren. Sin embargo, no se debe caer en el abuso de la clasificación y reserva de información ya sea por ignorancia o por dolo; pues hay información que a todas luces debe ser pública. Los consejos de seguridad pública municipal son órganos de coordinación, regulación, planeación y supervisión que tienen jurisdicción y competencia en la demarcación territorial municipal, vinculados con los tres ámbitos de Gobierno en materia de Seguridad Pública, por lo que resultan ser órganos importantes para el Ayuntamiento, ya que los acuerdos y resoluciones que de él emanen, serán considerados para la elaboración e implementación de Programas y políticas de Seguridad Pública y Prevención, y una de las principales características de estos consejos que también tiene sus homólogos en el ámbitos estatal y federal, es que sus sesiones son públicas, algunas se transmiten por medios virtuales y sus actas de sesión se publican a la brevedad; no obstante, en el municipio de Allende, Coahuila, la tendencia casi genérica a transparentar estas sesiones y sus actas parece no importarles, pues a pesar de que dicho consejo en el municipio se instaló desde mayo, es hasta la fecha que no sabemos cuántas veces han sesionado ni mucho menos qué resultados se han dado en dichas deliberaciones, y ante la insistencia de querer acceder a esta información el municipio ha optado por clasificar esta información, parece ser que los integrantes del consejo y las mismas autoridades no entienden la diferencia entre actas con información y resoluciones generales y el detalle de los planes específicos de acción, no se está pidiendo el itinerario de rondines de las fuerzas de seguridad, ni los nombres de los agentes, sino información general como el orden del día, los participantes y el sentido de la votación de cada uno de ellos; tampoco conocer a detalle las acciones para combatir el crimen, aunque resulta un poco confuso que exista un consejo de seguridad municipal cuando la seguridad pública depende completamente del gobierno del Estado. Resulta patético entonces que un municipio que ni siquiera controla la seguridad municipal se ponga a clasificar las sesiones de su consejo de ornato cuando esto no lo hacen ni los consejos estatales y federal. Allende siempre se ha caracterizado por su falta de transparencia, su opacidad, su poco compromiso con los principios del gobierno abierto, ocultando información que va desde endeudamiento público, gastos innecesarios, hasta las sesiones de un consejo que parece ser solo un elefante blanco para cumplir con un formalismo jurídico para decir que se hacen las cosas, aunque no podamos medir un solo resultado, porque lo que no se puede medir y evaluar, simplemente no se puede mejorar. Clasificación por dolo, pareciera ser el caso, pero si no hay criterios para la clasificación, entonces es ignorancia. No solo hay que ampararse en los artículos, sino hay que saber interpretarlos.
