POR: EDUARDO GRANADOS PALMA
Analista internacional
En Seguridad Pública,
Inteligencia y Defensa.
www.ciasid.org
Como bien saben, semana con semana dedicó mis columnas editoriales para abordar temas de interés público con carácter internacional pero que nos atañen a todos. En muchos países hablar de la policía es hablar de honorabilidad y respeto. En muchos otros representan todo lo contrario. Los cinco países cuya sociedad reconoce que cuentan con la mejor policía son Singapur, Finlandia, Dinamarca, Austria y Alemania. A la hora de analizar qué elementos tiene que tener un buen cuerpo policial, hay que fijarse en varios elementos. El uso de la fuerza por parte de los agentes de seguridad contra los ciudadanos es comprendido y hasta admitido cuando es justificado, y es que un buen cuerpo policial tiene que tener legitimidad, es decir que se le reconozca la autoridad que tiene, y eso no tiene que ver con la potencia de las armas que portan, sino con el respeto y el reconocimiento que tiene en sus comunidades o por parte de la sociedad. Además, debe tener una capacidad adecuada y esto está relacionado con los recursos que hay a su disposición como el presupuesto, número de elementos, vehículos aéreos, acuáticos y terrestres, así como la capacitación y adiestramiento táctico especializado y tecnología e infraestructura suficiente que se deben reflejar en resultados concretos, medibles y palpables. Pero no es un tema exclusivo de gobernabilidad y voluntad política. Existen factores adicionales que incluyen como por ejemplo, los países con menor densidad poblacional, suelen tener policías mucho más efectivas, y por el contrario, los que tienen mayor población, con ciudades mucho más saturadas, suelen tener policías menos eficientes. Eso nos habla también de la complejidad de la labor policial cuando hay zonas altamente pobladas. Pongo como ejemplo el caso de Singapur que tiene una de las policías con mayor capacidad en el mundo (número de efectivos y recursos), en parte debido a un programa de servicio obligatorio que requiere que todos los hombres realicen dos años de servicio en las fuerzas armadas, policiales o de defensa civil al cumplir 18 años. Además, cuenta con una de las tasas de criminalidad más bajas del mundo, que se corresponde con un alto nivel de confianza en la policía, (un 93%). El caso de Finlandia llama la atención por lo reducido de su fuerza policial (149 policías por cada 100.000 habitantes; muy por debajo de la media global de 347). Sin embargo, el país nórdico destacó por la legitimidad y la efectividad de su policía, que registró una de las tasas más bajas de corrupción. Vivimos tiempos de cambio, y es tiempo de transformar y dignificar a nuestra policía. Hagamos que cada hijo de un policía se sienta orgulloso y quiera seguir los pasos de su padre. Bien dice el General Jorge Luis Vargas Valencia, Director General de la Policía Nacional de Colombia: Es un honor ser policía. Y si, exijamos pero también valoremos a nuestra policía mexicana. Es nuestra, por nosotros y para nosotros. Reconozcamos lo mucho bueno que hacen día con día para servirnos y protegernos y apoyemos sus acciones. En lo personal nunca fui policía ni miembro de las fuerzas armadas, pero como integrante de la sociedad civil me siento parte de ellos, porque ellos también son nosotros.