ESPEREN UNA TRAICIÓN DE RICARDO MONREAL
Ricardo Monreal quedó fuera de la lista de los presidenciables que dio a conocer AMLO.
Para el Peje, a pesar de que nombró a Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Juan Ramón de la Fuente, Esteban Moctezuma, Tatiana Clouthier y Rocío Nahle, en Morena todos saben que Sheinbaum, es, de antemano, la elegida. Ante tal marrullería, en lo personal me pregunto: ¿Cuál será la reacción de Monreal?
Ricardo Monreal, no tiene más futuro en su carrera política, que llegar a la Presidencia de la República. Ha recorrido todos los cargos habidos y por haber, en todos los niveles de gobierno y, obviamente, que su intención, es llegar a la máxima Magistratura del País. Sin embargo, no hay futuro en ese sentido, no con AMLO.
Ricardo Monreal, ha intentado todo para quedar bien con el Presidente, al parecer, sin ningún resultado.
Pero también, quienes conocemos la trayectoria del zacatecano, sabemos que no es dejado ni conformista; por el contrario, Monreal, es rebelde y es capaz de cambiar de bando y traicionar su “ideología”. Ya lo ha demostrado muchas veces.
En el año de 1998, Ricardo Monreal renunció al PRI, para postularse a la gobernatura de Zacatecas, por el Partido de la Revolución Democrática. Esa fue su primera traición, en respuesta a la negativa del PRI, de otorgarle la candidatura.
En 2012, fue diputado plurinominal; en 2015, asumió la Delegación Cuauhtémoc, en la Ciudad de México; antes, ya había coordinado una de las campañas de López Obrador, del lado del PT y después, con el Movimiento Ciudadano.
Cuando AMLO formó el Movimiento de Regeneración Nacional, a Monreal, su olfato le señaló que por ahí iba la jugada y se fue del PRD y se sumó a las filas de Morena. Segunda tradición.
En las elecciones de 2018, asumió su actual cargo de Senador por Morena.
En morena no le ha ido mal. Ha acumulado fuerza y presencia. Sin embargo, su talante, a veces cambiante, no le ha ayudado a conectar, totalmente con el Presidente.
Monreal, tiene el estigma de ser indisciplinado y autónomo, cosa que no le gusta a AMLO, que quiere incondicionales, que acepten sus acciones y decisiones con los ojos cerrados. Eso no va con Ricardo Monreal, por eso, también, no llegó a la lista de los presidenciables del Peje.
A Monreal, conociendo su talante, no le va a quedar de otra que brincar al Movimiento Ciudadano -o a una alianza-, porque cualquier ofrecimiento que le hagan en Morena, le va a quedar muy corto.
Sabe, además, que es muy bueno para el chantaje político, como lo hizo en Zacatecas, e impulsó, a que lo hiciera Enrique Martínez y Martínez en Coahuila, quien estuvo tentado a salirse del PRI, pero, en Coahuila, sabían que un monrealazo, tampoco lo aguantarían, doblando las manos y entregando a Martínez la candidatura.
Ricardo está en su mejor momento en todos los aspectos. Apoyó a varios gobernadores triunfantes, entre ellos a su hermano.
El viejo lobo de la política, está sopesando la inminente desbandada de Morena en las elecciones de 2024 y el debilitamiento del Presidente, que no tiene ninguna intención de cambiar su narrativa ni ajustar el aparato del Estado para evitar la inminente caída de la economía y el fracaso de sus proyectos estrella.
Ya lo anticipan los expertos, Pemex se hunde y arrastrará a Dos Bocas, o viceversa; su aeropuerto es inviable y no se diga su Tren Maya, que no termina de concluir el proyecto definitivo, ni frenar la lluvia de amparos que han interpuestos los pueblos originales que se oponen la obra; sin contar, con que no va a ser rentable, en caso de que llegue a buen puerto, ni cumplirá con los expectativas con que se concibió.
Ya vimos cómo, en la elección pasada, quedó demostrado que AMLO fue el lastre que hizo perder la mitad de las alcaldías de la Ciudad de México; que perdió la mayoría en la Cámara de Diputados y las ciudades y capitales más importantes del país. Si bien es cierto que ganó la mayoría de las gubernaturas, para su mala suerte, no son las importantes, en término de votos ni económicos.
Mientras, su popularidad, sigue cayendo, poco a poco, día con día.