POR: ABEL ALCALA H.
Morirse en tiempos de pandemia por coronavirus es irse en soldedad y sin ser despedido por sus seres quieridos. No es fácil gestionar (resiliencia) ese dolor interno que provoca la muerte, mas aún cuando no hemos podido acompañar, escuchar su voz, dar una última caricia, tomar fuerte la mano de la persona a la que amamos antes de que se vaya.
Todos los habitantes de la ciudad de Torreón como la gran mayoria de los mexicanos y la población mundial, estamos enfrentando la amenaza de la pandemia por mas de un año y a la fecha nos ha arrebatado miles de vida de familiares, amigos, vecinos y a puesto en grave riesgo la economia familiar y en estado de sobrevivencia a cientos de empresas e industrias de la localidad.
Por causa de ese enemigo que invade nuestra tierra para la gran mayoria de los mexicanos recibir la vacuna significa quedar protegidos contra el contagio del COVID-19 y volver a retomar las actividades, planes y proyectos que tenia previos a esta pandemia.
Dado que el proceso de vacunación no sera en los plazos cortos que se desean por la falta del biologico por lo tanto se deben mantener las medidas higienicas de sentido común más las que dicte y establezca el sub comité de salud.
En las acciones y actitudes para protegernos unos a otros se require desarrollar la virtud personal de la generosidad y la virtud social de la solidaridad para que el virus no siga dañando a nuestras familia, amigos, compañeros y vecinos.
A la fecha son muchas las familias de torreonenses que se vieron afectadas por la pandemia a tal grado de perder a miembros de la familia que fallecierón a causa del contagio del virus y otros miembros que siguen sufriendo graves secuelas en su salud.
Ante esta dolorosa fatalidad que padecen las muchas familias de torreón nuestro espíritu cristiano nos demanda mostrarnos solidarios con los deudos y familiares de las víctimas.
La vida es lo más importante que tiene todo ser humano, porque a partir de ella desarrolla el sentido social y de colaboración mutual para el bien vivir de la comunidad con la aportación de su talento y habilidades y ahora ya no los temenos con nosotros.
La vida nace y se desarrolla dentro de la familia en las que se dan fuertes, generosos e indelebles lazos afectivos que van mas allá de la misma presencia física y de la muerte.
Por lo cual los torreonenses debemos mantenernos unidos y realizar acciones solidarias y subsidiarias para la edificación de un memorial en recuerdo y honor de todas las vícitimas de la pandemia, las cuales en esta batalla nacional perdierón su vida.
Lo anterior además de exigirlo el más mínimo humanismo, lo mandata nuestro himno nacional en su estrofa VI: “Para tí las girnaldas de oliva, un recuerdo para ellos de gloria, un laurel para tí de victoria, un sepulcro para ellos de honor”.
La edificación del monumento muestra nuestro testimonio de dolor y recuerdo amoroso para las víctimas de la pandemia y demostración que aún siguen vivios en nuestros corazones.
En estos momentos de lucha por la vida es fundamental que todos los torreonenses nos mantengamos unidos y trabajando solidariamente y las autoridades políticas trabajando subsudiariamente para supercar la pandemia y los estragos colaterales que acarrea.
Mantenernos generosos con nuestras familias, amigos, vecinos, empleados, prestadores de servicios y las diversas instituciones y empresas nos fortalecera a todos. Usted estimado dice la ultima palabra.