POR: PEDRO BELMARES O.
Creo que nos sentimos solos, porque a nuestras vidas no ha llegado esa persona que soñamos tener, pero la verdad es que esa persona nunca le hemos importado en realidad.
Y es por eso que nuestra vida se hace miserable en ese aspecto emocional; quien no ha sufrido por amor, sabe cuál fue nuestro destino que es una agonía por alguien que no valió la pena.
Mi soledad me espera cada noche cuando apago las luces de mi habitación, y comienza mi tormento al pensar en alguien que yo quise, y eso me atormenta hasta que me vence el sueño.
La soledad quiere que nos aferremos a ella, pero la verdad no deberíamos hacerle caso, y engañarla con una sonrisa y admitir que somos felices, a pesar que hay mucha gente que nos rodea.
No debemos engañarnos por todo aquello que sentimos, para no sentir más amor por nadie, aunque si algún día encontráramos el amor verdadero.
Así, decir que nadie tiene derecho de vivir en nuestro corazón, para que no se crea el dueño de nuestro amor.
Pero si el cerebro nos sigue a atormentando con el recuerdo de esa persona, no se puede hacer más nada, que seguir con esta soledad mendiga y absurda.
Nada me queda por decir, más que después que hayamos dejado esta vida, habremos dejado todo por el ser amado y haber amado con tal intensidad.