POR: PEDRO BELMARES O.
Esto pasó hace poco, en una conversación que tuvimos aquí en mi casa.
El tema era sobre la muerte, es muy normal, porque tenemos el conocimiento de que no somos eternos, y a mí, en específico, me hubiera gustado tener el conocimiento que hoy tienen mis sobrinos a su edad.
Mi sobrino dijo: somos materia, y que volveríamos reencarnar en lo que fuimos. Su forma de pensar me dejó sorprendido, y me preguntó: ¿Cómo llego a esa conclusión? ¿Lo habrá leído en alguna parte?
Mi poca educación, más todo lo que me decían en la iglesia, te nublan un poco lo relevante de la ciencia y la física. Concluyó diciendo que para él no existía un cielo ni el infierno como tal.
Aunque sí puede existir un ser supremo, a lo largo del tiempo los seres humanos hemos creído en un cielo o en el infierno, nos han condenado a sufrir desde la tierra, si te toca en el cielo o en el infierno.
Mi forma de pensar ha cambiado a través del tiempo, y, más allá de si crea en las leyes de un universo o en las leyes divinas, todo lo que dijo mi sobrino hoy tiene más lógica.
Somos materia, es relevante que sí somos parte de este universo.