(PEJE)ZERMEÑO, Y ESTAS RUINAS QUE VES
Derrotado, malhumorado y más acabado físicamente, regresó (Peje)Zermeño, a asumir de nuevo su cargo de Presidente de Torreón.
La decepción del tres veces Alcalde de este sufrido Municipio, ha de ser mucha. Creyó que su buena racha lo seguiría siempre, pero NO. Su actuación como Alcalde, después de 20 años, no fue ni la sombra del Alcalde de la alternancia en este Municipio, cuando las esperanzas de un cambio verdadero, era esperado por todos. Sin embargo, la expectación, se diluyó rápidamente y el desencanto de los torreonenses, le cobró la factura cuando terminó su trienio y quiso imponer a un improvisado, pero leal a él, Javier López (El Chabelo), quien perdió estrepitosamente, contra Salomón Juan Marcos, del PRI.
Uno pensaría que (Peje)Zermeño habría aprendido todo, el tiempo que anduvo en las grandes ligas pasando por Cámara de Diputados, por la Embajada de España, pero no. (Peje)Zermeño, regresó a Torreón, sin saber en qué condiciones políticas y sociales se encontraba, queriendo retomar el control que dejó antes de irse, sin embargo, los enanos ya le habían crecido y se enfrentó a la cruda realidad. Sus pupilos, no solo lo ignoraron, sino que, además, lo traicionaron de la peor forma posible.
El más cabron e ingrato, fue el llorón, perdedor y pendejo, Luis Fernando Salazar, quien se valió de trampas, uso indebido de recursos y toda clase de artimañas para cerrarle el paso, en una asamblea manipulada, a la que, el ingenuo (Peje)Zermeño, cayó como parvulito.
Tuvieron que pasar 20 largos años, para que, a (Peje)Zermeño, sus verdugos, le dieran otra oportunidad, logrando, gracias a las pifias del gobierno priista saliente, ganar la elección de un año y reelegirse, para la de tres.
Pero no todo es buena suerte. El tipo regresó con una sed de dinero insaciable, rodeado de sus momias -digo- colaboradores, en los que ha privado más su afán de formarse un patrimonio saqueando las arcas del Municipio, para asegurar, los pocos años de vida que les quedan y asegurar el futuro de sus hijos.
En este caso, para (Peje)Zermeño, significó, la última oportunidad de asegurar a su joven esposa y a sus pequeños hijos, de ahí, la explicación, del porqué el electorado, le dio la espalda rotundamente, en la elección del domingo 6. Lo que creía, sería un día de campo, por ser él, (a Peje)Zermeño, le resultó una pesadilla, de la que, seguramente, no se ha repuesto.
Una verdadera lección para quienes comenzarán a gobernar los municipios de La Laguna de Coahuila. La gente no perdona las mentiras ni las traiciones.
Por cierto, (Peje)Zermeño, encontró un municipio sacudido por las manifestaciones, ante la falta de agua, las obras inconclusas y, el enojo de siempre de la ciudadanía, la rapiña de los tránsitos y, ahora más, los policías, que también andan haciendo su agosto, realizando funciones de elementos de vialidad, pues detienen a conductores, por ejemplo, por estirar un tolva, por llevar en camionetas materiales u objetos.
Si no lo creen, vayan por la carretera a Santa Fe, para que den fe, de las travesuras que están cometiendo, tanto los tránsitos como los polis.