RIQUELME, CON CALIDAD MORAL Y POLÍTICA PARA FRENAR A “ALITO”
Los resultados de las elecciones del domingo 6, no fueron muy halagüeñas para el PRI Nacional, NO.
Por eso, causó resquemor que el líder del partido tricolor, se haya ido en la finta (o como vulgarmente dicen, se bajó los “chones”), ante el llamado de AMLO, de querer –ahora sí-, entablar un diálogo con la oposición, para sacar adelante una serie de reformas que quedaron pendientes y que, de no haber perdido la mayoría calificada en la Cámara de Diputados, nunca se hubiera pronunciado en tal sentido. Por el contrario, si Morena hubiera superado la votación que obtuvo hace tres años y hubiera obtenido la mayoría calificada, el Presidente se estuviera regodeando del triunfo, estuviera descalificando a la oposición y estaría preparando la desaparición del INE, entre otros proyectos absurdos que ya había cantado.
Pero como las cosas le salieron mal (si bien ganó 10 gubernaturas, todas, no pintan electoralmente en el mapa nacional), porque perdió diputaciones y, lo peor, perdió la CDMX y las capitales más importantes de los estados del país.
El líder nacional del PRI, Alejandro Moreno, ni siquiera consultó con su Comité Nacional, mucho menos, con los gobernadores priistas de los estados, y como el borras, hizo eco del llamado de AMLO, de colaborar con su gobierno desde la Cámara de Diputados, cosa que no cayó muy bien entre algunos connotados priistas, entre ellos, el Gobernador de Coahuila, Miguel Riquelme.
Riquelme reviró, y dijo que el PRI y la Alianza por México (PRI, PAN y PRD), se deberán comportar como auténtica oposición, dado que la gente que votó por sus candidatos, es gente que no está de acuerdo con la manera en que López Obrador, está conduciendo al país, y que, sería una traición, hacerle el caldo gordo al Presidente para que saque adelante sus reformas.
Miguel Riquelme, tiene calidad moral y política, no solo porque Coahuila ha ganado en las dos elecciones bajo el gobierno de AMLO. El año pasado, el PRI de Coahuila, se llevó carro completo en las elecciones de diputados locales; y ahora, ganó 5 de mayoría y 3 de representación proporcional y las alcaldías más importantes del Estado, lo que habla de su capacidad política y su experiencia electoral. Además, Riquelme ha enfrentado en varias ocasiones al Presidente, ya sea a través del grupo de gobernadores del Frente Opositor del que forma parte, sino en lo personal, al cuestionar la disminución de recursos por parte de la federación y de hacerse cargo –casi completamente-, del combate a la pandemia, cuando el Gobierno de AMLO, no solo la minimizó, sino que, hasta la descalificó, al negarse a usar cubre boca y actuar a destiempo en el combate y la compra de vacunas, lo que elevó exponencialmente, las cifras de muertos.
Riquelme tiene la fuerza moral y política para exigir, junto con otros gobernadores y políticos priistas, la salida inmediata de Alejandro Moreno, pues, éste, está rodeado de traidores como Rubén Moreira y Carolina Viggiano, entre otros oportunistas, que son capaces de vender su alma al diablo, con tal de satisfacer sus ambiciones.
“Alito”, manejó muy mal las designaciones de quienes compitieron por un cargo de elección popular. Nunca ha entendido, por que, la ciudadanía le dio la espalda al partido, por eso no ganó ni una gubernatura, porque puso a vari@s desconocid@s, pero muy allegados a él y a su grupo. Porque aparte de la corrupción galopante en el sexenio de Peña Nieto, los políticos de siempre, ya van con su segunda generación, poniendo a sus descendientes en puestos clave del partido y haciéndolos candidatos. Ahí está Manlio Fabio Beltrones y toda esa generación que se adueñó del PRI por muchos años, y, ahora, son sus descendientes y otros dinosaurios, quienes ocuparán las diputaciones plurinominales.
Por eso Miguel Riquelme, como buen político, inteligente y congruente, ya plantó cara a “Alito”, para que no se quiera pasar de listo.
Hay que reconocer que el PRI, ya no es una marca; más bien, es un lastre, porque donde ganaron candidatos bajo sus siglas, fue por su trayectoria y reconocimiento personal o, porque, gobernadores como Riquelme, los jalaron con la aceptación que ha logrado con su gobierno y su defensa del Estado, por parte de la ciudadanía.
Así que, no todos los que ganaron una alcaldía o una diputación en Coahuila, fue por sus méritos, su carisma o experiencia e inteligencia, NO. No se equivoquen, en el mayor de los casos, fue porque el Gobernador los hizo ganar, por todos los atributos que acabo de mencionar.
Y sí, como algunos presumen, Riquelme, cuando menos, puede llegar a ser candidato a la Presidencia de México. No veo en el horizonte, en este momento, quién le pueda hacer sombra. Es cierto que falta un buen para que se llegue el momento, pero, si lo vemos bien, a AMLO, ya se le fue la mitad del sexenio (o casi).