POR: FERNANDO RANGEL DE LEÓN
La ley electoral previó para todas las elecciones la suspensión de toda clase de campañas, tres días antes del día de las elecciones, que en el caso de las de este domingo 6 de junio, será el miércoles 2, el último día de campañas.
La razón de suspender las campañas setenta y dos horas antes del día de la jornada electoral (día de las votaciones) es que después de tanto aturdimiento de las campañas, la ley quiere que los ciudadanos, ya reposadamente piensen en el sentido de su voto.
El sentido del voto debe ser pensando en el proyecto de nación que queremos, volviendo este 6 de junio a acudir todos nuevamente masivamente sin temor alguno a la violencia, a las urnas, igual que lo hicimos el 1 de julio de 2018; para refrendar el triunfo y defenderlo con nuestro voto.
En el caso de los diputados federales que están por salir, los ciudadanos deben de analizar cuál es la ideología de su partido y examinar a quienes beneficia, reflejada en las leyes que hicieron.
En estas elecciones se debe de votar por la ideología -las ideas y los pensamientos que representan intereses concretos-, del partido que postula a los candidatos; pues las leyes más que los diputados las hacen los partidos en las Cámaras.
De manera que si esa ideología defiende intereses particulares y privados, los partidos, a través de sus diputados, harán leyes que defiendan esos intereses.
En cambio, si la ideología representa los intereses de las grandes mayorías, entonces sus partidos aprobarán leyes que las beneficien.
Los gobiernos anteriores a éste hicieron leyes en beneficio de intereses individuales y de grupos muy reducidos; que propiciaron la corrupción.
En cambio, los partidos de la mayoría de los diputados que fueron electos el 1 de julio de 2018, y que concluirán el 31 de agosto de 2021, hacen leyes que benefician precisamente a quienes los eligieron; que están siendo combatidas por quienes perdieron los privilegios; ayudados por los medios y los comunicadores mercenarios nacionales y extranjeros.
Por lo que ahora nos toca a los ciudadanos hablar en las urnas; defender lo que ya tenemos ganado y decidir por nosotros mismos el proyecto de nación que ya elegimos; por lo que estas elecciones serán un refrendo de las pasadas elecciones presidenciales.