POR: ABEL ALCALÁ H.
En las repúblicas que tienen el sistema democrático como instrumento para elegir a sus servidores públicos es el voto expresado en las urnas el que en gran porcentaje define el futuro de la comunidad municipal, estado o país.
Hasta la fecha (2021) las leyes que rigen los procesos electorales solo contemplan en su legislación la elección de personas humanas viables para los cargos públicos, es decir, personas de carne y hueso paridas o nacidas de mujer.
Las personas o comunidades que están esperando o deseando ser gobernadas por artefactos mecatrónicos emanados de la robótica deberán esperar más tiempo para ver cumplido su anhelo.
Ante la fatalidad de que solamente el hombre vota por el hombre, es que expresamos las siguientes consideraciones sobre los perfiles que se están participando en la presente contienda electoral.
Los perfiles y actitudes que encontraremos en los candidatos que participan en la contienda por los cargos públicos son: El Estadista, el Político, el Demagogo, el Tirano y el Dictador, aunque se pueden agregar otros, considero que estos son los más representativos, en seguida veamos a cada uno de ellos.
El Estadista hace referencia a aquella persona que posee gran conocimiento y experiencia en relación a la unidad jurídico-política denominada Estado. Se trata de un especialista en manejo de la cosa pública, en lo referido a la asignación de recursos y medidas con vistas al bien común, es decir, conoce la verdad de la sociedad en la que vive, sus necesidades, los recursos con los que cuenta y las posibilidades de llevar a cabo planes eficaces a corto, mediano y largo plazo, sin proponer utopías, ya que las promesas vanas, crean ilusiones y cuando no se concretan solo logran generar frustración, descrédito y resentimiento.
Un estadista deja una marca de cambio positivo y de progreso en la historia de su pueblo, ya que lo guía hacia un destino de grandeza, mejorando sus capacidades, descubriendo potencialidades y generando ingresos, que son capaces de tomar medidas que son buenas a largo plazo, aunque en lo inmediato puedan resultar impopulares. El estadista piensa en las próximas generaciones, el político lo hace mirando hacia las próximas elecciones.
El Político es la persona que se dedica a la vida pública, interviniendo o aspirando a intervenir en el gobierno de un Estado, comunidad o municipio, refiere a personas vinculadas a la administración pública; se considera que un político es toda persona afiliada a un partido político y que ha sido elegida o nombrada para tareas asociadas a organismos, asociaciones o instituciones públicas.
El demagogo o populista es un individuo mentiroso y sin escrúpulos que para conseguir el poder político usa la estrategia de apelar a prejuicios, emociones, miedos y esperanzas del público para ganar apoyo popular, frecuentemente mediante el uso de la retórica, la desinformación, la agnotología (ignorancia) y la propaganda falsa o incompleta.
El tirano es el individuo que abusa del poder político y gobierna de manera totalitaria, sin limitaciones legales y, normalmente, actuando de forma corrupta y cruel.
El Dictador es un individuo que abusa de su superioridad, de su fuerza o de su poder en su relación con los demás.
En la gran mayoría de las jornadas electorales hay eventos viciosos que actúan o pretenden actuar sobre los electores para manipular su voto, lo que reclama un trabajo cívico por parte de todos los organismos de la sociedad para evitar al máximo esa influencia perniciosa.
Es tarea de todos los ciudadanos apoyarnos mutuamente para que las elecciones del 06 de Junio sean pacíficas, copiosas y con resultados para bien de Torreón y de México. Tu voto define que el futuro sea prospero o miserable.