POR: PEDRO BELMARES O.
Hace poco, leí una historia de una mujer un poco mayor. Luego de buscar el amor en muchas ocasiones a lo largo de ese tiempo se había llevado grandes decepciones, pero al encontrarlo a él, fue como si encontrara su alma gemela.
El hombre de quien se enamoró, ya llevaba un tiempo solo, tenía otra forma de vida, diferente a la de ella.
El llevaba unos años que se había cambiado de religión al cristianismo, así que cuando empezaron a vivir juntos, todo cambió para ella, incluyendo sus creencias religiosas.
Así que, cada domingo, tiene que ir a fuerzas con él a su templo, aunque ella no quisiera, tiene que hacerle caso a él en todo, aunque ella se sentía feliz y enamorada, pero el trato hacia ella era totalmente diferente a cuando se conocieron; quizás, ella no lo quiere dejar a él, porque se siente sola y se conforma con el poco amor que él le da.
Yo creo que el amor hace maravillas, nos puede cambiar totalmente esa persona que amamos, pero me pregunto a qué grado está persona nos pueda cambiar y drásticamente toda la vida: gustos, ideas, todo aquello de la persona en cuestión.
Nuestros padres nos dan ciertas bases, así uno va creciendo y va cambiando nuestra forma de pensar o nuestra mentalidad.
Pero que tu pareja te cambie por completo puede ser de religión, lo que comes, o que te diga cómo vestir; puede haber casos en este mundo en que la mujer o el hombre le digan a su pareja ¡ya no veas a tus papás! existirán esos casos donde la mujer o el hombre ya haya perdido todo por amor.
Has de tu vida un papalote, como se dice, pero que no te cambie nadie.