¿ALGUIÉN A VISTO A (PEJE)ZERMEÑO?
Se necesita ser un caradura para, después de ejercer una pésima gestión en estos más de tres años de “gobernar” Torreón, Jorge (Peje)Zermeño, decidiera dejar tirado al municipio, para lanzarse a la aventura de obtener una diputación por la vía electoral. Seguramente envalentonado, por sus dos consecutivos triunfos a la alcaldía, cree que ahora va a ser igual.
¿Creé que la ciudadanía lo va premiar por su ineptitud, por su altanería, por su soberbia, por los turbios manejos de las finanzas públicas, por dejar que hijos, amigos y colaboradores, se estén despachando con la cuchara grande del jugoso presupuesto?
¿Creerá que le perdonen y olviden los permanentes abusos de los tránsitos y ahora de los policías municipales, que también le entraron a la extorsión?
¿Cree que le van a perdonar la permanente escasez de agua en varios sectores de la ciudad?
¿Cree que se han olvidado de las obras a medias y mal hechas que han realizado por la ciudad?
¿Cree que a los torreones ya se nos olvidó que nunca cumplió las promesas que hizo en el gobierno de un año, como la transformación de la Calzada Colón y del Paseo Morelos?
¿Creé que con el arreglo de plazas (por cierto mal hechos), tiene muy contentos a los vecinos, cuando en la obra de la Plaza de la Tortuga, siguen colocadas las mallas, evitando que sea utilizada por todos los ciudadanos y no sólo por los vecinos de esa Colonia? Qué por cierto ni siquiera hacen uso de sus espacios.
¿Cree que ya se nos olvidaron los contratos millonarios para sus hijos, para los hijos de sus colaboradores y para sus amigos?
¿Creé que la gente está contenta con el incremento de los delitos, como el robo de vehículos, robos a casa habitación y el robo a transeúntes?
¿Creo que la opacidad con que se han manejado los dineros de las arcas públicas tiene muy contentos a los diferentes sectores de la sociedad?
¿Cree que nos engañó a todos, con la compra de despensas hace algunos meses, y que hasta hoy, en campaña, se estén entregando?
¿Cree (Peje)Zermeño, que los torreones somos estúpidos?
Por eso, y porque ya le pesan los años, no se le ve en los actos y eventos públicos, tampoco en reuniones y demás actividades, propias de una campaña política. Por eso, hace proselitismo desde la “sombrita”, en un restaurante, en un café, en una oficina con aire acondicionado o en la comodidad de su casa.
Por eso, no se le ve haciendo piruetas y actos grotescos, como los hacen Antonio Anto(lito con el dedo); o el “juanito”, Luis Fernando Salazar Woolfolk, que aparece en los actos como monigote, al lado del orgullo de su nepotismo, el junior del mismo nombre. Por cierto, Salazar padre se ha de arrepentir por hacerle caso a su hijo, pues ahora, le están sacando todos sus trapitos como miembro de la ultraderecha y crítico de Andrés Manuel López Obrador, hace muy pocos años. Un mal cálculo, una mala jugada y una peor edad para andar haciendo desfiguros (porque es penoso verlo al lado del afeminado Jr., que es quien da la cara por su padre; es quien echa el rollo; es el que anima los escuálidos eventos, tratando de sacar al mimo, al payaso, al cuentachistes, que no lleva adentro. Es vergonzoso, ver a Salazar Woolfolk, como monigote, sirviendo de botarga en una aventura muy cuesta arriba, porque es seguro que no va a ganar, por chapuceros, por quererle ver la cara a la gente, porque, ni habiendo sido el junior el candidato, hubiera ganado por su fama de traidor, de mal agradecido y chapucero. Bueno, pero esta es otra historia.
Volviendo con (Peje)Zermeño, con todo el dinero que acumulado en sus más de tres años de sangrar al erario, era para que ya se hubiera retirado a disfrutar de su joven pareja y de sus pequeños hijos.
Pero la ambición es mucha y sus posibilidades de encontrar un verdadero trabajo o emprender un negocio de verdad (no como el que tenía antes de vivir de la política) son muy remotas y la desvergüenza es mucha.
Si pierde la elección, que es muy probable que aquí termine su carrera de vividor de la política, y entonces, pasará a mejor vida, es decir, a disfrutar del dinero acumulado, de su guapa mujer y sus pequeños hijos.
No cabe duda que la vida es sabia y, en esta ocasión, como con (Peje)Zermeño, éste, perdiendo, gana.