EN 2009 SALAZAR WOOLFOLK ESCRIBIÓ OBRE “JUANITO”
Ni su pasado conservador, ni su declarada militancia de derecha, ni sus principios, ni su prestigio y trayectoria, fueron suficientes para negarse a que, por el capricho de su hijo, Luis Fernando Salazar, aceptará de la postulación como candidato sustituto a la Presidencia Municipal de Torreón.
A Luis Fernando Salazar Woolfolk, le valió madre la democracia pregonada por Morena, pues por capricho de su hijo, que no pudo conseguir la candidatura a la Presidencia Municipal, por haber abusado y dispuesto de grandes cantidades de dinero para posicionarse en las redes, lo que le valió la inhabilitación como candidato para el cargo y decidió, por sus pistolas, y con la complicidad y anuencia del Comité Nacional de ese partido, postular a su padre del mismo nombre, con el señuelo de confundir al electorado, haciéndoles creer que el junior, aparecería en la propaganda y en las boletas electorales el día de la elección, y llevó a cabo la felonía, pisoteando los derechos de los verdaderos militantes, quienes esperaban, que sería alguno de ellos el candidato sustituto del junior, Luis Fernando Salazar.
Esto enfureció a los militantes de Morena, porque no fue a través de una encuesta ni de una consulta, mucho menos, de un consenso, que el padre de Luis Fernando junior, los supliera en la candidatura a la presidencia.
Así que, los inconformes llevaron denuncias e impugnaciones ante los órganos electorales competentes, para evitar la imposición burda del padre del junior.
Pero, el que de plano no se midió, fue el abogado Luis Fernando Salazar Woolfolk, pues negó todo su pasado de derecha, porque siempre ha sido un conservador, simpatizante y militante del Partido Acción Nacional.
Además, no le importó que el partido que lo postula, se declare de izquierda y que esté cometiendo abusos y violaciones a la Constitución y a los Órganos Autónomos, cotidianamente. No le importó que el Presidente López obrador, este militarizando al país y llevándolo todos los días, hacia un régimen totalitario.
No le importó, que diariamente, el Presidente, esté atacando a los medios de comunicación, a los intelectuales, a los periodistas y organizaciones de la sociedad civil, nada de esto le importó, con tal de cumplirle el capricho a su hijo, aunque con esto, lance por la borda, toda una vida de prestigio profesional, de decencia cívica y congruencia.
Así, vemos que la propaganda de los luises, es una marrullería que debería ser sancionada por el INE, pues no puede haber una publicidad del junior de manera descarada y, sobre todo, el hecho que aparezcan en las boletas con el mismo nombre, cuando son 2 personas diferentes.
Los espectaculares que está colocando el júnior son una burda ¿A quienes se les van a adjudicar, al junior o al papá?
Esto es una trampa para los electores, un engaño vil y descarado.
¿Cómo es posible que el abogado Luis Fernando, se preste a ésta patraña?
¿Acaso los panistas se van a tragar el cuento de que Salazar padre, nunca militó en ese partido, cuando su esposa fue una activista y lo ha seguido siendo? A nadie engaña la familia panista Salazar, son los mismos conservadores de siempre, ahora por ambiciones, embozados en Morena, de ahí el enojo, la rabia, de los verdaderos morenistas, los que ven que, por dedazo, cambian al hijo por el padre. ¡A eso, se le llama, no tener madre!
LUIS FERNANDO SALAZAR WOOLFOLK publicó este artículo el miércoles 30 de septiembre 2009
El fenómeno Juanito que cuestiona la gobernabilidad de la Delegación Iztapalapa en el Distrito Federal, justifica el calificativo de tortuoso aplicable a nuestra democracia.
En los años ochenta el escritor Enrique Krauze publicó un clásico de la politología nacional titulado Por una Democracia sin Adjetivos, ensayo en el que traza la aspiración de muchos mexicanos por hacer realidad el sistema democrático que a pesar de encontrarse consagrado en la Constitución, fue letra muerta en el pasado y de muy discutible vigencia en el presente.
En los tiempos del sistema de partido de Estado se decía que la nuestra era una democracia dirigida, para eludir las críticas de una imperfección que rayaba en la farsa.
Más tarde cuando el colapso del Muro de Berlín y de la Cortina de Hierro nos puso en el camino de la democracia de modo irremediable y a pesar de nosotros mismos, apelamos al concepto de la transición a la democracia plena para referirnos al paso no perfecto sino perfectible, hacia el objetivo que implica el proceso de participación de los ciudadanos en la conformación y ejercicio del poder público.
Por ello frente a los hechos ocurridos en la Delegación Iztapalapa en el Distrito Federal, y que son de sobra conocidos porque su crónica ha nutrido el anecdotario político como pocos otros acontecimientos, no cabe sino reconocer que la nuestra es una democracia tortuosa.
Según el Diccionario tortuoso significa que tiene vueltas y rodeos, y en la especie y salvo alguna nueva sorpresa, el caso parece culminar con el ascenso de la perredista Clara Brugada como delegada en Iztapalapa, después de que un trámite judicial de impugnación derivado de un pleito al interior del PRD la descalificó como candidata de dicho partido, lo que a renglón seguido inspiró a López Obrador para concebir una estrategia ahora sí que tortuosa, es decir, llena de chicanas y recovecos para logar el propósito indicado, al costo social e institucional que hoy está a la vista para divertimiento de muchos.
Y es que Cantinflas no inventó el lenguaje según el cual se dice una cosa con la intención de expresar otra, sino que Mario Moreno fue el simple recopilador de un estilo propio de nuestra rebuscada idiosincrasia.
Juanito es el pícaro que después de sus cinco minutos de fama en la comedia a nivel nacional, cae en el abismo de la tragedia al publicar que desiste de su empeño de ocupar el cargo al que fue electo por un voto popular ciertamente tortuoso y condicionado.
No es raro que después de ser ungido candidato por López Obrador en asamblea pública, una vez legitimado por el voto que recibió de carambola, Juanito haya renegado de su compromiso.
Preocupa en cambio que Juanito haya sido obligado a la renuncia en virtud de las amenazas de muerte que él mismo declaró haber recibido en los días anteriores al anuncio de su dimisión y que pintan de cuerpo entero el talante autoritario y violento de quienes hicieron de nuestro personaje su compañero de viaje.
NOTA: LE QUEDA COMO ANILLO AL DEDO. LAS VUELTAS QUE DA LA VIDA DE LOS CÍNICOS.