Matamoros, Coahuila.-
El que de plano no ve lo duro sino lo tupido, es el candidato a diputado federal por el distrito 6, Shamir Fernández Hernández, que ya hasta se comió las uñas de lo nervioso que anda porque tiene el temor fundado de que perderá la oportunidad de viajar seguido a México y volverse a llenar los bolsillos de billetes, así como cuando autorizó la megadeuda de Coahuila, guardando las pacas en el guardarropa de su departamento.
El candidato, que ya le encontró la forma de hacerse el gracioso con las damas, principalmente, a quienes trata de apantallar bailando y sonriendo para caerles bien y así obtener el voto el próximo 6 de junio, está que no lo calienta ni el sol y en cada recorrido es menos la gente que le tiende la mano.
El pasado fin de semana, Shamir se fue a la región de los tanques, allá en el municipio de Viesca, para recorrer los ejidos más olvidados del gobierno y de la mano de Dios, la gente, sobre todo las amas de casa, no lo querían ver ni en pintura, con decirles que, si en ese momento habría atropellado a un parroquiano, tampoco acudían a ver lo sucedido porque el diputado local con licencia, andaba ahí.
La dirigencia estatal del Partido Revolucionario Institucional, dígase Rigo Fuentes, anda bastante preocupado porque los focos rojos están encendidos en Viesca y Matamoros, de Torreón ni hablamos porque acordémonos que compitió a la presidencia municipal y chupó faros con Zermeño.
Shamir Fernández ya fue diputado local, en aquel tiempo fue cuando levantó la mano para autorizar la megadeuda, Coahuila quedó endeudado y por muchos años se habrá de pagar muchos intereses, el precio fue muy alto, los legisladores se llenaron los bolsillos de dinero mal habido, ese que no dura mucho y se gasta muy pronto, sin sentir.
Casi al inicio de la campaña, el dirigente estatal del PRI, tuvo que venir a la Laguna, para apoyar a varios de los candidatos, esos que no levantan ni el polvo en las calles porque agarran banqueta para no ensuciarse los zapatos.
Lo cierto es que, con Shamir de candidato, el tricolor está en la mira de perder el distrito 6, así que tendrá que redoblar esfuerzos porque se me hace que ni en las pluris va.
En Matamoros, el que sigue haciendo historia, pero negativa, es el alcalde Lacho (ra) Piña Ávila, quien todos los días anda en las portadas no de los periódicos, sino de las redes sociales, tupidito se levanta checando su facebook, a ver su nueva gracia.
El caguamas se animó a tratar de reelegirse, pero esta vez entrándole por el Partido Verde Ecologista de México, con el que apenas llegará a obtener una regiduría, si bien le va; pero por la otra parte, su hermana Lili (ra) Piña, la que hace y deshace en Simas y Seguridad Pública, es la candidata del Partido del Trabajo a la diputación federal por el distrito 6.
Los que saben de estas cosas de la política, apuestan doble contra sencillo, que una vez pasado el 6 de junio, Lacho (ra) Piña habrá de comparecer ante la justicia, aparte de la divina, para que justifique, si es que puede, dónde quedaron los 57 millones de pesos que no encuentran por ningún lado.
De entrada, ya anda con tamañas uñas afiladas para recaudar todo lo que se pueda por el “impuesto” del melón y la sandía, ese que no está autorizado en la ley de ingresos y que nadie sabe a dónde va a parar, ya son dos años que es lo mismo y tanto va el cántaro al agua hasta que se estrella, es la idea.
Pero también, es investigado por el dinero que recauda en la expedición de “permisos” de alcoholes en el municipio, los suelta como barajitas a diestra y siniestra, a nadie le rinde cuentas y aun cuando los regidores ya le han solicitado el padrón, les da con la puerta en la nariz y los acuerdos de cabildo se los pasa por el arco del triunfo, aunque el gusto le durará muy poco.