POR: FERNANDO RANGEL DE LEÓN
Las actuales reformas a la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, que acaba de aprobar el Senado, han causado polémica porque introdujeron un artículo transitorio, es decir, esos preceptos que están vigentes solo mientras entra en vigor una ley o sus reformas.
Este artículo transitorio es el número 13, por el que prorroga de 4 a 6 años el periodo del Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación SCJN, del actual ministro Arturo Zaldívar, quien tomó posesión el 2 de enero de 2019, y terminaría el 31 de diciembre de 2022.
Con ese transitorio el ministro Zaldívar, concluiría la Presidencia el 30 de noviembre de 2024; precisamente el último día de la Presidencia de la República, de Andrés Manuel López Obrador; por lo que con esto habría casi un empate entre los 3 Poderes de la Unión: Legislativo, Judicial y Ejecutivo, de la conclusión de sus encargos.
La razón de ampliar el periodo de la Presidencia del ministro Zaldívar, es que él, que de hecho está transformando el Poder Judicial Federal, desde hace dos años cuatro meses y quince días, sea el principal operador de las reformas que se están haciendo a la Ley Orgánica de ese poder.
Y es que sin la adecuación de las leyes y la armonía de los 3 poderes federales con el régimen de la 4T, no va a ser posible la transformación por la que votó la sociedad el 1 de julio de 2018.
Por eso, los que están en contra de la 4T, no quieren la ampliación de la Presidencia de la SCJN; arguyendo violaciones a la Constitución y a las leyes; de acuerdo con sus muy particulares interpretaciones de dichas normas.
Ahora será la Cámara de Diputados, como cámara revisora la que analice el proyecto de dicha ampliación aprobada por la Cámara de Senadores, como cámara de origen; la que deberá de determinar si dicha prorroga es o no constitucional.
¿Cómo se dificulta hacer la transformación de todo un estado, con una Constitución y leyes, que a veces son “camisas de fuerza”?. ¿Por qué?. Porque estas normas fueron hechas para proteger los intereses de los que no quieren un verdadero cambio.