POR: JESÚS M. MORENO MEJÍA
“No es la situación en que
nos encontramos, sino el
ánimo para enfrentarla”.
Felipe II, rey de España,
llamado “El Prudente”.
Fue a finales del siglo pasado cuando empezó la desaparición de la empresa paraestatal Ferrocarriles Nacionales de México (FNM), la que dió servicio de transporte de pasajeros y de carga a lo largo y ancho del país por más de 100 años.
Los causantes de ese aniquilamiento, fueron los ex presidentes Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo Ponce de León, quienes entregaron totalmente ese organismo público a empresas extranjeras.
El pasado fin de semana se anunció oficialmente una eventual fusión de dos compañías: Canadian Pacific Railway y Kansas City Southern, para crear una red ferroviaria entre Canadá, Estados Unidos de América y México, para transportación de materiales, pero abriendo la posibilidad de incluir vagones para pasajeros (al menos en teoría, para quienes añoramos éste servicio de transportación).
La red de ferrocarriles en nuestro país, tiene una infraestructura del orden de 17,360 kilómetros de vía principal y secundaria concesionada; más otros 4,474 kilómetros de vía auxiliar (patios y laderos), y 1,555 kilómetros de vías particulares, que en conjunto totalizan 23,389 kilómetros de vía operada.
Ahora bien, se informa que le empresa que resulte de la fusión de la Canadian Pacific Railway y la Kansas City Southern, operará 32,186 Kms., entre Canadá y México, previendo que usarán la ruta Nuevo Laredo, Tamps. – Monterrey – San Luis Potosí – Querétaro – Veracruz, y posiblemente los ramales Monterrey – Brownsville; San Luis Potosí – Tampico y Altamira, entre otros, pues la KCS tiene extensión en territorio mexicano.
La empresa Kansas City Southern México (KCSM) tiene sus oficinas en CDMX y en Monterrey, y para ellos nuestro país representa 47 % de sus ingresos, empleando sólo 4,240 kilómetros de vías férreas nacionales, y esa extensión le significará poco más de 13 % de las líneas de tren de carga que tendrá la nueva empresa, una vez concretada la fusión empresarial mencionada.
El transporte de mercancías vía férrea entre los 3 países, representa un estimado de 43 mil millones de dólares anuales, según las estimaciones de la Asociación Americana de Ferrocarriles (AAF), y ese monto es tres mil millones de dólares más a los que recibió México por concepto de remesas el año pasado.
La fusión de esas dos empresas (canadiense y estadounidense), dijo en un comunicado el presidente y director general de la Canadian Railway, Keith Creel, será de beneficio para el Tratado México - Estados Unidos - Canadá (T-MEC), permitiendo una mayor eficiencia dentro de la integración eficiente en las cadenas de suministro de los tres países.
La empresa estadounidense, por su parte, dijo tener los permisos de operación de la red ferroviaria de México hasta 2047, pero con miras a que se extienda otros 50 años más.
La empresa que resulte de la fusión, empleará alrededor de 20,000 personas, proyectando inversiones por 530 millones de dólares en este año y se calcula que generará ingresos totales del orden de los 8,700 millones de dólares, teniendo como base las ganancias de ambas compañías durante 2020.
Por otra parte, actualmente, la empresa KCS de México, desarrolla en conjunto con su matriz, un nuevo puente fronterizo entre Laredo, Texas, y Nuevo Laredo, Tamaulipas, que promete duplicar el tránsito diario de mercancías a través del transporte ferroviario entre EUA y nuestro país.
Se trata de un segundo cuerpo, paralelo al ya existente, por donde se desplazan hasta 30 trenes diariamente; contará con 327 metros de longitud y a 10 metros de distancia del actual, representando la principal puerta de entrada del comercio entre las dos naciones, según lo expresado por Óscar del Cueto, director general de Kansas City Southern de México.
¡Hasta la próxima!