POR: PEDRO BELMARES O.
Hay amores que pasan por nuestras vidas y, sin saber por qué, nos tocan el corazón. Como me acuerdo del gran amor de mi juventud, como quisiera saber qué fue de tú vida, si encontraste en alguien el amor.
Hoy, que tan solo estoy, nunca pude encontrar ese amor eterno. Siento en mi corazón mucha tristeza por no haber luchado por nuestro amor, recuerdo la tarde cuando te vi por primera vez y me acerqué a ti con tanta ilusión, con tu dulce sonrisa, me dijiste tantas cosas bonitas.
La vida nos puso en el camino, porque el amor es así, yo te empecé a querer; y sin darnos cuenta nos besamos. Fue así que comenzó nuestro amor, y hoy sigo pasando por los mismos caminos donde nos conocimos, las cosas son así.
Hoy, sigo pensando en ti, y en el ayer donde mi vida tenía sentido, tal vez, tú eres feliz y yo sigo aferrado al pasado. Quisiera olvidarte, pero tu esencia sigue en mí; quisiera voltear a otros horizontes donde pueda encontrar la felicidad y armarme de valor para buscarte, y volver a vivir este amor que siento por ti.
Ahora, es tiempo de dejar de sufrir, dejar pasar la vida y esperar. Debo de ser optimista, la vida cambia y trae cosas buenas para todos aquellos que no pueden olvidar aquel viejo amor, ese que les dejó marcado el corazón para toda la vida.
Quizás, algún día te encontraré sin buscarte, ó quizás, llegue alguien que sorprenda mi corazón y podamos juntar nuestras soledades y amarnos por toda la eternidad.
