POR: DANIELA CARLOS ORDAZ
El ocho de marzo se celebra el día internacional de la mujer, y como muchos sabrán no es un día para felicitar a lo mas bello del mundo, o regalar flores a quien es igual de delicada que sus los pétalos que la envuelve; es para conmemorar los esfuerzos que ha costado la lucha por los derechos de las mujeres. Si bien no es una lucha mano a mano, si ha sido un continuo esfuerzo para conseguir la tan anhelada libertad.
El Día Internacional de la Mujer se refiere a las mujeres corrientes como artífices de la historia y hunde sus raíces en la lucha plurisecular de la mujer por participar en la sociedad en pie de igualdad con el hombre.
Uno de los primeros documentos en declarar la emancipación de la mujer fue la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana, por Olympe de Gouges, este documento parafrasea lo propuesto por la Declaración de los Derechos del Hombre y el ciudadano. En resumen, Olympe de Gouges, proponía un trato igualitario para mujeres y hombres en aspectos de la vida pública y privada, garantizando derechos como la educación, el voto, la propiedad privada, a ejercer cargos públicos, entre otros. Sin embargo, a diferencia de la mayoría de las teóricas de la igualdad, Olympe creía que los hombres y las mujeres tenían una naturaleza diferente y que la de las mujeres era superior.
El pensamiento feminista no era compartido por los hombres que dirigían la revolución francesa, nisiquiera por los más radicales.
La lucha por los derechos de la mujer no sería retomada hasta el siglo XIX, con la apareción de la primera oleada de feministas y la lucha por garantizar el derecho al voto de la mujer. El término feminismo se le acredita a Charles Fourier, un socialista utópico y filósofo francés. Las palabras "feminismo" y "feminista" aparecieron por primera vez en Francia y en los países bajos en 1872, en Inglaterra a partir de 1890 y 1910 en Estados Unidos. A partir de aquí la historia del feminismo puede ser visto en olas, donde cada ola enfrentó diferentes aspectos de la vida de la mujer.
Actualmente se acepta más que nunca que las mujeres aportan experiencias, perspectivas y habilidades diferentes, y que contribuyen de manera indispensable en las decisiones, políticas y leyes que funcionan mejor para todas y todos.
La mayoría de paísesque han contenido los efectos de la pandemia de la Covid-19 y reaccionan con más éxito ante sus impactos sanitarios y socioeconómicos más amplios están dirigidos por mujeres.
A raíz de la pandemia, diversos obstáculos han puesto en, entre dicho, la supuesta paridad e igualdad que existe entre hombres y mujeres, ya que muchas de ellas se han enfrentado a un aumento considerable de la violencia doméstica, así como desempleo y pobreza. Las mujeres que son jefas de familia y no cuentan ahora con un trabajo o un sustento, sin importar las condiciones, tienen que salir a buscar el pan de cada día para ellas y para sus hijos.
Por otra parte, pese a que las mujeres representamos a la mayoría, sigue existiendo una desproporción inadecuada de los espacios políticos y de toma de decisiones.
Es por ello, que para defender los derechos de las mujeres y aprovechar el potencial de su liderazgo, compromiso y responsabilidad, se deben integrar las perspectivas de mujeres y niñas en toda su diversidad, para la formulación y aplicación de políticas y programas en todas las esferas y en todas las etapas en lo que a recuperación de la pandemia se refieran.
Es importante hacer hincapié, en que este día no se debe hacer alusión a “La belleza de la mujer”, a “La ternura de la mujer”, etc.
Si usted quiere hacer valer este día los derechos de la mujer no la sobaje, no la humille, inclúyala en la toma de decisiones, sea cuales quiera que sean estas.
No la reprima si quiere hablar, no la haga sentir que sin usted no podría salir adelante por sí misma. Evite hacer comentarios burdos sobre mujeres que salen a la calle a hacer valer sus derechos en manifestaciones.
No se jacte de decir que usted es dueño del cuerpo de una mujer, ni tampoco la chantajee con sexting.
No sienta que por ser hombre usted sabe mas de política que una mujer, ni que su vestimenta propicia que le falten al respecto, o que su manera de ser sea una provocación para obtener algo a cambio.
Y aclaro, el caballero no es el enemigo, sino la mentalidad retrograda y machista que tienen muchos y muchas, para pensar que una mujer puede ser privada de su libertad y hasta de su vida por no hacer lo que se le dice, o no acceder a ciertas peticiones.
Esto no es un: “Unos por otros”, es un “Llegar todos unidos”, para poder tener un futuro mas equitativo, más justo y mejor.