¡LA CULPA NO ES DE LA ONU, AMLO!
La corrupción de la 4ª Transformación, echa por tierra todo el discurso de AMLO. Se va a la basura su honestidad valiente. Quedan al desnudo, los que iban a hacer los más preparados y honrados funcionarios de su administración. Su amnesia es tal, que ya olvidó todas sus promesas y de la congruencia del antes candidato hoy flamante Presidente de la República, ésta se quedó congelada en sus discursos incendiarios, de antes de acceder al poder.
Hoy, AMLO, se ve como un hombre fuera de control. Sus fobias, su rabia, su coraje e insultos, los traer a flor de piel. Y no es para menos, él mismo se inmolara todos los días, en la hoguera mañanera.
Le estallan los cuetes por todos lados y sus justificaciones y discursos ya no le alcanzan para defender lo indefendible; para explicar lo inexplicable y para justificar lo injustificable.
La semana que pasó, fue trágica para AMLO. Comenzó con el anuncio de las malas cuentas, de los desvíos, de la opacidad que, según la Auditoría Superior de la Federación, los supuestos quebrantos -de no ser subsanados en tiempo y forma-, llegan a los 67 mil millones de pesos. A esto se le sumó la decisión estúpida, de la titular de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, que decidió, por sus pistolas, no permitir la entrada a la dependencia que dirige, a los auditores.
Y vino con esta declaración del Auditor Superior, una cascada de casos de supuesta y de evidente corrupción.
Es el caso de las becas a muertos, en el programa “Jóvenes Construyendo Futuro”, que recibieron 482 mil pesos.
El programa de los Servidores de la Nación -programa electorero 100%-, presentó inconsistencias por más de 561 millones de pesos, durante 2019, donde no hay un padrón y no se sabe si se recibieron los pagos.
Por su parte la Secretaría de Economía, entregó 2 mil millones de pesos para “Microcréditos para el Bienestar” dónde no se sabe si llegaron los sectores más necesitados, porque no se creó ninguna oficina que los repartiera y operara.
Casi mil millones de salarios adicionales, tampoco documentados, lo que deja en duda el destino final de ese dinero.
Sobre la refinería “Dos Bocas”, la Secretaría de Energía, omitió cuantificar el gasto de supervisión de obras de impacto ambiental y los beneficios que dejarían como negocio, que no fueron identificados con base a los ingresos de gasolina y diesel.
El Tren Maya, presenta inconsistencias por 135 millones de pesos, que no aclaró FONATUR, en su momento, y tuvo un incremento en el costó original, es decir 16%, lo que costará a los mexicanos más de 161 millones de pesos, y se encuentra al límite de ser rentable, y como el caso del aeropuerto, “Felipe Ángeles”, una obra costosa que no garantiza operatividad, pero que costará cerca de 45 mil millones de pesos más de lo que iba a costar Texcoco.
Un total desastre por los arranques de un Presidente que improvisa sobre la marcha, que no está atento al desarrollo de sus proyectos, porque lo suyo, lo suyo, es el activismo político y su afán de controlar al país a como dé lugar.
Para colmo, se dio a conocer el valor real de la suspensión del aeropuerto de Texcoco, cuyo monto se superó por 300 mil millones de pesos.
Si a todo esto, se le agrega el enojo, las protestas e impugnaciones, que colectivos feministas, han manifestado en torno a la candidatura de Félix Salgado Macedonio, a la gubernatura de Guerrero, se convirtieron en un cóctel explosivo que le estalla en las manos al Presidente, que fiel a su estilo bravucón de gobernar, se lanzó con todo y contra todos, sacando, como siempre, sus otros datos, echándole la culpa al Auditor, David Colmenares Páramo, de darles elementos a los enemigos de la “mafia del poder” casi en pleno proceso electoral, y eso, como el Presidente dice ¡sí calienta!
La reprimenda que le dio AMLO al Auditor, tuvo un pésimo y vergonzoso desenlace, pues a los pocos días de haberle dado a conocer todo el desorden financiero, el Auditor, David Colmenares, tuvo que recular y prometer que revisaría las cuentas, y que reconocerá, si hubo errores.
Dos lozas pesadas, se echó a la espalda López Obrador, sin haber necesidad.
Una, la defensa a ultranza del pilluelo Félix Salgado Macedonio, para asegurarle la candidatura al Gobierno de Guerrero, pese a los reclamos las críticas y encabronamiento de los grupos de mujeres incluyendo las morenistas, pero sobre todo, a columnistas de medios internacionales;
La otra, es su empecinamiento por impulsar su reforma energética, que para el martes 23, fue aprobada por su brazo ejecutor, los diputados federales de Morena, quiénes, ni una coma, le cambiaron a la iniciativa preferente original.
Con esto, López, se dio dos escopetazos en los pies, pues en esencia, esa Reforma, lejos de resolver los problemas que promete resolver, los complica mucho más.