Torreon, Coah.
Edición:
06-May-2024
Año
21
Número:
903
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MI VERDAD / 773


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Por:
Agente 57
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12-02-2021
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POR: AGENTE 57

Arrancamos… En su Política, Aristóteles elaboró una nueva teoría sobre la demagogia. Su tema es el mecanismo de corrupción que atenta contra las formas virtuosas del gobierno. El termino dēmagōgoi designa a los líderes políticos que ponen los deseos populares por encima de las leyes. El comportamiento de esos líderes puede degradar monarquías en tiranías, aristocracias en oligarquías y democracias en el gobierno de la masa. Aristóteles aporta varios ejemplos de corrupción demagógica en las diversas formas de gobierno. “las alteraciones de las oligarquías proceden de sí mismas a causa de la rivalidad entre los que hacen demagogia” “En la democracia los demagogos reciben homenajes debido a su adulación al pueblo […] en las tiranías reciben el premio por su adulación humillante” Todos los casos que conducen a una corrupción de la vida moral. El gobierno de la mayoría-- es decir, la democracia --, que actúa por encima del orden jurídico, provoca un Estado despótico semejante que existe en las tiranías. El gobierno de “uno compuesto de muchos”, como llama Aristóteles a esta forma corrupta de democracia, no defiende en realidad la participación ciudadana en la toma de decisiones. Por el contrario: hace que los hombres libres se vuelvan cautivos de las adulaciones de los demagogos. El ánimo popular permanece tranquilo al creer que los lideres escuchan y cumplen sus demandas y anhelos, pero lo que en el fondo ocurre es otra cosa: la limitación de sus libertades y el advenimiento de un orden tiránico. La continuidad entre la ética y la política es una tesis fundamental en la filosofía de Aristóteles. La vida en sociedad debería reflejar la virtud individual. El gobernante que consiente a su pueblo falta de manera grave a la exigencia de la virtud. El demagogo que disfraza sus propios intereses con discursos aduladores, no solo engaña al pueblo, sino que lo hace partícipe de su corrupción moral. La retórica del demagogo confunde deliberadamente las nociones de felicidad y bien común por las promesas de placer, riqueza y poder. Las formas aparentes de bien alteran la virtud del hombre bueno. Así, en lugar de buscar siempre el término medio en cualquier acción, los hombres actúan de manera desproporcionada, sin importar los medios o las consecuencias. La principal causa de las revoluciones en las democracias es la intemperancia de los demagogos. En algunos casos, por su política de delaciones individuales, incitan a los ricos a unirse (ya se sabe: el miedo común coaliga aun a los peores enemigos). En otras ocasiones, atacándolos como clase, concitan contra ellos al pueblo. Que así ocurre, puede verse en multitud de casos. MI VERDAD. - La demagogia corroe a las democracias.

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