Mientras que la pandemia por Covic-19, mantiene este municipio en alerta ante la constante alza de contagios que supera las mil 47 personas, con 23 casos activos y 8 casos nuevos (que son más, pero al menos al momento de esta nota es información oficial), el alcalde pantano Horacio (ra) Piña gasta sus energías y se distrae en pleitos de comadres a través de las redes sociales, donde señala a una regidora y un ex tesorero, de andarle poniendo piedritas en el camino, a grado tal que en su acusación y contestación, ambos se dijeron pillos, nada fuera de la realidad.
Pobre de Matamoros, en manos de quién se encuentra su pasado de dos años, en el presente y lo que le resta del 2021, en manos precisamente de un pillo con charola, recordando lo que el ex tesorero Gerardo Marentes le contestó a Lacho, una vez que se dio cuenta de que en un video que orquestó el alcalde pantano, lo tilda de pillo. Pero como dicen en ese rancho con piel de ciudad, a cada quien le llegará su santo y nadie se escapa.
Pero, vamos por partes, dijo el destripador: Lacho (ra) Piña o Caguamas, para sus cuates, le adeudaba tres mensualidades a la empresa PASA, encargada de la recolección de basura en la zona urbana de Matamoros; como la empresa ya no creyó en sus promesas de pago, decidió suspenderle el servicio y se creó un caos tremendo, a grado tal que, medios de comunicación, amas de casa y redes sociales, le tupieron bien y bonito por esa irresponsabilidad. Finalmente, el servicio lo reanudaron al pagar dos meses y quedó pendiente uno.
Dentro de esas inconformidades, el alcalde pantano, el pasado miércoles 27 de enero, en su facebook subió un videoen el que dice tener información (no cita fuente ni nombres) de que un grupo de amas de casa de diferentes colonias, acudirían a presidencia a depositar basura en la explanada o interior, que eran “contratadas” por una regidora y un ex tesorero, a quienes calificó de pillos por aquello de que estaban ofreciendo despensas por la chamba, Claro que se refería a la regidora LizethInungaray y a su gurú el ex tesorero Gerardo Marentes, quien rápidamente reviró y le entró al lavadero.
Gerardo Marentes, que vive en Torreón, anda buscando por independiente la alcaldía de Matamoros, no se anduvo por las ramas y se sintió aludido, en su réplica le dice a Lacho (ra) Piña, “que tenga los suficientes pantalones y que presente una denuncia penal correspondiente y no se dirija con este tipo de situaciones, llamando pillo a personas cuando, ni siquiera, tiene los suficientes... para citar los nombres”.
“Le pido al alcalde Horacio Piña, que tenga el sentido de la responsabilidad y que no esté confundiendo a la ciudadanía matamorense, que antes de hablar de pillos, que se voltee a ver en el espejo, que voltee a ver a su primo Beto Piña y, que se deje, principalmente el, (Lacho) de pillerías que está haciendo dentro de esta administración, que le ha ocasionado tanto daño al ciudadano de Matamoros”, sentenció Marentes en su video de réplica.
Como el alcalde pantano no puede estar sin moverse para hundirse más, resulta que hace unos días, el viernes 22 de enero, para ser exactos, en el campo “Horacio Piña”, se llevó a cabo la final de la Liga de Softbol “Horacio Piña” (para variar), donde, de acuerdo al protocolo de salud (?) el acceso a las instalaciones sería restringido, es decir, únicamente integrantes de los equipos y sus mánayer, sin porras ni público.
Pero como en Piñalandia todo es posible, el encargado del campo mantenía cerrada la persiana principal, mientras que por la puerta de jugadores autorizaba el acceso cobrando diez pesitos por cabeza y permitiendo también que metieran cerveza; el dios Baco, al hacer acto de presencia y ya calentados los ánimos por ciertas marcaciones que el ampáyer hacía, afloraron los insultos y los ánimos se calentaron, a grado tal que los peloteros se enfrascaron en tremendo zafarrancho, batazo viejo y hasta mentada de madre, para desquitar su coraje.
El saldo fue de varios jugadores golpeados, reguero de botes de cerveza, basura por todos lados, unos dos mil pesillos para el encargado del campo y sepa usted cuántas personas contagiadas que no portaban cubre boca. Cayetano, así se llama el encargado, puesto por Beto Piña, se hizo ojo de hormiga al ver que le vendría la bronca en grande porque llegaría Seguridad Pública, Protección Civil, Salud Municipal, Bomberos, Cruz Roja, pero como se reporta con su jefe mayor, pues no pasó absolutamente nada.
Cualquier parecido con la película “La Ley de Herodes”, se asemeja a Matamoros, podría ser mera coincidencia;el escenario, es un pueblo del desierto mexicano, que en la ficción se llama “San Pedro de los Saguaros”, una metáfora de lo que es México en toda su extensión. En este pequeño pueblo recóndito, un corrupto presidente municipal es linchado y decapitado por la gente del lugar, mientras que, a otro, después de sus fechorías, lo hicieron diputado, nomás falta que sea por el PT.
Horacio (ra) Piña y Gerardo Marentes, se mordieron la lengua.