POR: ABEL ALCALÁ H.
Al hablar de democracia hay que tener cuidado de especificar si hablamos en el terreno teórico o en el terreno práctico ya que de esa manera la conversación será más provechosa para todos.
La regla general nos dice que una buena teoría es la base para una buena práctica de la acción o actividad que se desea realizar.
Las teorías son conjuntos de enunciados interrelacionados que definen, describen, relacionan y explican fenómenos de interés. Las funciones de la teoría son la descripción de los fenómenos objeto de estudio, el descubrimiento de sus relaciones y el de sus factores causales.
Al hablar de democracia en el terreno teórico decimos lo siguiente: La democracia es una forma de organización social que atribuye la titularidad del poder al conjunto de la ciudadanía. En sentido estricto, la democracia es una forma de organización del Estado en la cual las decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo mediante mecanismos de participación directa o indirecta que confieren legitimidad a sus representantes. En sentido amplio, democracia es una forma de convivencia social en la que los miembros son libres e iguales y las relaciones sociales se establecen conforme a mecanismos contractuales.
Comparada teóricamente la democracia con otras formas de participación de los ciudadanos en la organización social y política como es la monarquía, la aristocracia y sus derivaciones como el parlamento, la democracia tiene más sabor para el pueblo, pues en la democracia se da por hecho la igualdad, la libertad, la participación, el poder entre otras bondades.
Para los teóricos de la democracia, ella es el instrumento perfecto para que el pueblo alcance en esta vida su máxima felicidad al darse a sí mismo todas las libertades y satisfactores posibles.
Ahora pasamos al terreno de lo práctico, a lo que se refiere a la práctica, la ejecución o la realización de las acciones y no a la teoría o a la especulación.
Ahora analizamos a la democracia en el campo de su realización en vida social y política de la comunidad, aquí es dónde la voluntad individual pareciera que se funde con otras voluntades para transformarse en una sola o cuando menos en mayoría ante otros semejantes para aplicar una forma de organización social.
La democracia práctica se fundamenta en la voluntad ciudadana de una nación y esa voluntad se manifiesta a través de decisiones y acciones que se apegan y respetan o separan y violentan criterios éticos, jurídicos, sociales y políticos que llevan a la a la verdad, la justicia, libertad y el bien común.
En la práctica y eso se constata de manera empírica, la democracia mexicana es un contenido y su continente es la calidad moral del pueblo, es decir, la democracia no hace bueno o malo al pueblo, es el pueblo el que hace buena o mala a la democracia, es decir, si vaciamos agua limpia en un reciente sucio el agua se contamina y pierde su pureza, en cambio, sí vaciamos agua limpia en un recipiente limpio el agua conserva su pureza.
En México dónde todos los días se mancilla la dignidad humana, se ataca a la pureza de la mujer, se denigra a la familia y ridiculiza al matrimonio entre hombre y mujer, se pervierte la educación con mentiras, se masacra inocentes, se privilegia los vicios, las drogas, se juega con la vida y salud del pueblo, se despoja del trabajo y de los bienes a los mexicanos para lanzarlos a una vida miserable.
Ante ese corrompido panorama de México, cree usted estimado lector que tengamos una real democracia?, y hay que agregar a la descomposición de la vida social las leyes que siguen aprobando las cámaras dominadas por la 4T en contra de la idiosincrasia y la cultura de los mexicanos.
Cuando se tiene un continente corrupto, demagógico y mediocre lo que se espera es la destrucción de la república, sólo volviendo al imperio de la ética sobre la política, el derecho y la economía para moralizar al pueblo México se salvará.