NADA DE TRASCENDENCIA INFORMÓ (PEJE)ZERMEÑO
Más frío que el clima de ese día 7, se presentó el Segundo Informe de(Peje)Zermeño.
Dice el dicho popular: segundas partes nunca son buenas y para el caso de Torreón, una tercera, sería doblemente peor.
No anterior viene al caso, porque, si el primer periodo de gobierno de Jorge (Peje) Zermeño fue medianamente aceptable, el segundo de un año, fue malo y el tercero que va corriendo y que cumplió 2 años, ha sido malo, si no es que, muy malo.
Y es que (Pege)Zermeño, regresó a “gobernar” Torreón, con casi 20 años más encima. Mismos, en los que pudo haber aprendido mucho, o cuando menos algo, durante su recorrido por los cargos de elección que ocupó y su fulgurante paso como embajador de México en España. Pero no. Regresó a Torreón mermado por los años y por la soberbia de creer que de regreso, sus fans y sus otrora pupilos, lo recibirían con laureles, vítores y aplausos.
Fue todo lo contrario. (Peje)Zermeño, en todo el tiempo que estuvo fuera de la política comarcana, nunca se preocupó por atender, dar mantenimiento y mucho menos, promover algunos de sus fieles seguidores, quienes a fuerza de madrazos internos en el PAN y haciendo relaciones por su cuenta en la capital, fue que pudieron sobrevivir y mantenerse vigentes en la política.
Por eso, cuando, ya instalado con su nueva familia en Torreón, (Peje)Zermeño, creyó, que iba a conseguir sin problemas, la candidatura para competir por la senaduraría de la República. Pero ¿qué creen? a esas alturas, ya le habían crecido los enanos y de forma humillante, lo sacó de la jugada, quien (Peje)Zermeño menos pensaba: “El Niño Azul”, Luis Fernando Salazar, quien desde el cargo que ocupó como delegado del programa OPORTUNIDADES, que le consiguieron en tiempos de Felipe Calderón, utilizó recursos del programa, para construir una base social afín a él, para ganar con holgura la nominación como candidato a Senador, dejando en el camino a quien lo metió y cobijó en la política partidista.
(Peje)Zermeño, tuvo que tragar sapos y a esperar a que sus anteriores subordinados, le dieran otra oportunidad. Y se la la dieron, más por humanidad que por méritos.
Así (Peje)Zermeño, obtuvo por segunda ocasión, la presidencia de Torreón, la que comprendía solo un año, por lo que en vez de lucirse para reelegirse sin ningún problema, sus resentimientos y soberbia, le avinagraron -más- el carácter y con sus facultades mermadas por los años, desempeñó un papel gris, que aunado al equipo de viejitos, colmilludos y tramposos como él, se dedicaron a hacer negocios, pensando que pudiera ser la última oportunidad de su vida para hacerse de un capital, que les asegurar su vejez y su retiro.
Este fue el año de las pifias por doquier, por la desfachatez de los negocios a los ojos de la ciudadanía, comenzando, con la auto compra de pintura corriente para pintar cordonerias, pintar zebras en los cruceros, pintar la explanada de la Gran Plaza, entre otros.
Pero lo que más le ha redituado a (Peje)Zermeño y su gente, ha sido la obra pública, y contratos de todo tipo con empresas fachada o propiedad de sus colaboradores y sus propios hijos.
Para la posteridad y como monumento a la transa, la improvisación, el saqueo, ha quedado la “remodelación” de la Calzada Colón, que a tres años de haber iniciado su “remodelación”, aún no termina y nunca se apagó al proyecto original.
Sin embargo, y con todo eso, (Peje)Zermeño se reeligió, no por su gran en pequeño, sino por el pésimo candidato que el inefable, Rubén Moreira, ordenó que compitiera contra (Peje)Zermeño por el PRI. Por esa gran pifia, (Peje)Zermeño volvió a ganar por tercera vez la alcaldía de Torreón.
Y uno pensaría, que una oportunidad así, es para lucirse, para enmendar los errores, para cerrar con broche de oro la transformación de Torreón, para trascender y para dejar huella. Dejar un legado para que sus hijos, cuando sean adultos, se enorgullezcan cada vez que vean una obra de trascendencia, un icono que sea referente a esos años en que su padre gobernó el municipio, pero no. Ya pasaron dos años y no habido nada que presumir. Y si, como se comenta el radio pasillo, que (Peje)Zermeño renunciará para buscar la candidatura un diputado federal, ya valió y le valió. El flamante Alcalde de los tres periodos, sólo será recordado por la información que quedará en .las hemerotecas de los medios de comunicación, en Wikipedia y los sitios en Internet que recopilan la información de los ciudadanos de todo tipo.
Cuatro años y miles de millones de pesos, tirados a la basura. ¡Qué tragedia!
Por cierto, El Siglo de Torreón, levantó una encuesta virtual sobre el desempeño de (Peje)Zermeño después de su informe. Estos fueron los resultados: Muy buena: 29.94%; Buena: 4.01%; Regular: 1.54%; mala: 28.87%; mala: 28.87% y muy mala: 35.64%. Si vemos los resultados, (Peje)Zermeño sale totalmente reprobado, porque si sumamos MALA y MUY MALA, la suma es de casi 65%.